Cultivos virtuales como herramientas - 26/05/2016 Los
modelos de simulación desarrollados en la universidad pública pueden
ayudar a los productores y asesores técnicos para definir mejor sus
estrategias de manejo.
El uso de los modelos de simulación se viene extendiendo en la
agricultura y constituye una herramienta para la investigación y la
educación, así como para productores y asesores técnicos, que ahora
pueden definir, en el universo virtual de una computadora, cuál es la
mejor práctica de manejo para un cultivo en determinada campaña y sitio
productivo.
Ante la próxima siembra de cultivos de granos finos, desde la
Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) diferentes investigadores
destacaron el desarrollo de los modelos Triguero y Cronos como
herramientas útiles para definir las mejores estrategias productivas en
trigo, y en otras cultivos como cebada y colza-canola.
Estos sistemas desarrollados en la universidad pública, sostienen sus
responsables, son de acceso libre y gratuito, y muy sencillos de
utilizar. Ya hay miles de agricultores y asesores que los pusieron en
práctica en todas las regiones productivas del país. ¿Qué ventajas puede
representar para los ellos la utilización de esta herramienta ante la
campaña de cultivos de invierno que está comenzando?
Triguero, con novedades
Triguero es una herramienta basada en el uso de modelos de
simulación, destinada a auxiliar a productores y asesores técnicos en la
toma de decisiones sobre el manejo de aspectos clave como la definición
de estrategias de producción en distintos ambientes y la fertilización
de los cultivos en 36 zonas de la Argentina. Se puede acceder de manera
libre en:http://www.aacrea.org.ar/index.php/software/123-triguero
La iniciativa involucra a la FAUBA, AACREA y a la empresa Profertil
S.A. En los grupos CREA que siembran trigo, el 90% de los asesores
utilizan esta herramienta, que desde hace varios años también se
implementa con fines académicos en las clases de la materia Producción
de Granos, de la Facultad de Agronomía de la UBA, para el aprendizaje de
los futuros agrónomos.
El desarrollo de Triguero comenzó hace 15 años, basado en el modelo
CERES Trigo, de la Universidad de Florida (Miami, EE.UU). En ese
entonces confluían una serie de factores novedosos para el cultivo en
nuestro país, con el boom de la siembra directa, la llegada de semillas
con genética francesa (que permitieron obtener un fuerte salto en los
rendimientos) y nuevos conocimiento sobre el manejo de la fertilización y
de los fungicidas. “Eran muchas cosas al mismo tiempo y los productores
y asesores se encontraban tomando decisiones sin suficiente
información”, recordó Gabriel Tinghitella, docente de la cátedra de
Cereales de la FAUBA y técnico de I+D de AACREA, quien es responsable
del proyecto.
En ese contexto, los modelos de simulación permitieron acelerar la
generación de nuevos conocimientos, complementando a los ensayos a campo
que sólo permitían realizar pruebas y obtener resultados una vez al
año. “Pensamos que los modelos de simulación servían para generar
información más rápido, al menos para testear hipótesis y chequearlas
contra ensayos”, dijo el investigador.
Triguero permite construir escenarios seleccionando la zona de
producción, el tipo de suelo, el contenido de agua del suelo al momento
de la siembra, el ciclo y potencial del genotipo a sembrar y diferentes
niveles de distintas componentes tecnológicas y de manejo. La simulación
de series climáticas históricas prolongadas, permite incorporar el
efecto de la variabilidad climática al análisis y analizar las
respuestas en años malos, promedio y buenos.
“Se pueden armar escenarios en cualquier lugar de país, con distintas
combinaciones de factores y compararlos o analizarlos en forma conjunta
o por separado”, explicó Tinghitella, y agregó que los resultados que
arroja el software fueron validados utilizando 300 ensayos con datos
medidos en condiciones de campo.
“En los últimos dos años venimos contrastando el sistema con casos
reales de productores. Es decir que, mientras la primera validación fue a
nivel de ensayos, ahora estamos trabajando contra lotes de producción y
mostrando esos resultados por primera vez”, agregó.
“El desafío actual pasa por ampliar la matriz de factores que vamos
integrando a los modelos de simulación, con el aporte de los mismos
técnicos”, señaló, y adelantó que este tipo de modelos se esta
extendiendo a otros cultivos, como maíz, soja y cebada, y que el
objetivo es comenzar a integrarlos para analizar rotaciones. Incluso
podrían vincular este sistema con otros modelos de simulación
desarrollados en la FAUBA, como Crono Trigo.
Los familia Cronos, sencillos y accesibles
Con 10 años de inserción en el medio productivo y unos 9000 usuarios
suscriptos, el grupo Cronos está conformado por modelos sencillos de
predicción fenológica para los cultivos de trigo, cebada y colza-canola.
Permiten estimar los distintos eventos fenológicos por los que
transcurren los cultivos y caracterizar riesgos tales como heladas y
altas temperaturas.
“Los modelos Cronos permiten conocer los eventos más significativos
que atraviesan los cultivos (por ejemplo, cuándo alcanzan los estados de
encañazón, floración y madurez fisiológica, previo a la cosecha), de
acuerdo a variables como el sitio productivo, la fecha de siembra y el
material genético. Estos momentos críticos condicionan las prácticas de
manejos a aplicar, así como el rendimiento del trigo, por ejemplo, y de
los cultivos siguientes en el esquema de rotaciones, como la soja de
segunda”, explicó Gabriela Abeledo, docente de la cátedra de
Cerealicultura, que participa del proyecto junto a las cátedras de
Cultivos Industriales y Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA, y
el soporte de la Unidad de Tecnologías de la Información (UTI).
El software es de acceso libre a través de la pagina web de la FAUBA
(cronos.agro.uba.ar). Su uso es muy sencillo e intuitivo: “El usuario
simplemente selecciona su región, el cultivar con el que está trabajando
y la fecha de siembra”, dijo Abeledo. Además, destacó que el modelo
abarca sitios muy diversos a lo largo de la Región Pampeana, desde la
provincia de Santa Fe hasta el sur de la Buenos Aires, y trabaja con 25
cultivares de trigo y diferentes fechas de siembra.
“Año a año el desafío es tratar de ir actualizando el modelo porque
hay un recambio constante de cultivares de trigo, cebada y canola en el
mercado”, destacó.
Para finalizar, Abeledo hizo hincapié en el uso de esta tecnología
para el ciclo 2016/17 de granos finos: “Para aquellos productores que
vean rezagada su siembra por las condiciones de anegamiento o retardo en
las labores, a través del CronoTrigo van a poder evaluar cuánto se va a
estar retrasando la floración del cultivo y la cosecha, y así van a
poder cuantificar o ir modificando su esquema de siembra. Para aquellos
productores que siembren en zonas donde no poseen experiencia previa, el
sistema les permite conocer las características del sitio, las fechas
de siembra y los riesgos en función de frecuencias de heladas o de
golpes de calor”. (Fuente: Prensa FAUBA)
Fuente: On 24
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