«Los modelos de simulación
desarrollados en la universidad pública pueden ayudar a los productores y
asesores técnicos para definir mejor sus estrategias de manejo.».
El uso de los modelos de
simulación se viene extendiendo en la agricultura y constituye una
herramienta para la investigación y la educación, así como para
productores y asesores técnicos, que ahora pueden definir, en el
universo virtual de una computadora, cuál es la mejor práctica de manejo
para un cultivo en determinada campaña y sitio productivo.
Ante
la próxima siembra de cultivos de granos finos, desde la Facultad de
Agronomía de la UBA (FAUBA) diferentes investigadores destacaron el
desarrollo de los modelos Triguero y Cronos como herramientas útiles
para definir las mejores estrategias productivas en trigo, y en otras
cultivos como cebada y colza-canola.
Estos sistemas
desarrollados en la universidad pública, sostienen sus responsables, son
de acceso libre y gratuito, y muy sencillos de utilizar. Ya hay miles
de agricultores y asesores que los pusieron en práctica en todas las
regiones productivas del país. ¿Qué ventajas puede representar para los
ellos la utilización de esta herramienta ante la campaña de cultivos de
invierno que está comenzando?
Triguero, con novedades
Triguero
es una herramienta basada en el uso de modelos de simulación, destinada
a auxiliar a productores y asesores técnicos en la toma de decisiones
sobre el manejo de aspectos clave como la definición de estrategias de
producción en distintos ambientes y la fertilización de los cultivos en
36 zonas de la Argentina. Se puede acceder de manera libre
en:http://www.aacrea.org.ar/index.php/software/123-triguero
La
iniciativa involucra a la FAUBA, AACREA y a la empresa Profertil S.A.
En los grupos CREA que siembran trigo, el 90% de los asesores utilizan
esta herramienta, que desde hace varios años también se implementa con
fines académicos en las clases de la materia Producción de Granos, de la
Facultad de Agronomía de la UBA, para el aprendizaje de los futuros
agrónomos.
El desarrollo de Triguero comenzó hace 15 años,
basado en el modelo CERES Trigo, de la Universidad de Florida (Miami,
EE.UU). En ese entonces confluían una serie de factores novedosos para
el cultivo en nuestro país, con el boom de la siembra directa, la
llegada de semillas con genética francesa (que permitieron obtener un
fuerte salto en los rendimientos) y nuevos conocimiento sobre el manejo
de la fertilización y de los fungicidas. “Eran muchas cosas al mismo
tiempo y los productores y asesores se encontraban tomando decisiones
sin suficiente información”, recordó Gabriel Tinghitella, docente de la
cátedra de Cereales de la FAUBA y técnico de I+D de AACREA, quien es
responsable del proyecto.
En ese contexto, los modelos de
simulación permitieron acelerar la generación de nuevos conocimientos,
complementando a los ensayos a campo que sólo permitían realizar pruebas
y obtener resultados una vez al año. “Pensamos que los modelos de
simulación servían para generar información más rápido, al menos para
testear hipótesis y chequearlas contra ensayos”, dijo el investigador.
Triguero
permite construir escenarios seleccionando la zona de producción, el
tipo de suelo, el contenido de agua del suelo al momento de la siembra,
el ciclo y potencial del genotipo a sembrar y diferentes niveles de
distintas componentes tecnológicas y de manejo. La simulación de series
climáticas históricas prolongadas, permite incorporar el efecto de la
variabilidad climática al análisis y analizar las respuestas en años
malos, promedio y buenos.
“Se pueden armar escenarios en
cualquier lugar de país, con distintas combinaciones de factores y
compararlos o analizarlos en forma conjunta o por separado”, explicó
Tinghitella, y agregó que los resultados que arroja el software fueron
validados utilizando 300 ensayos con datos medidos en condiciones de
campo.
“En los últimos dos años venimos contrastando el
sistema con casos reales de productores. Es decir que, mientras la
primera validación fue a nivel de ensayos, ahora estamos trabajando
contra lotes de producción y mostrando esos resultados por primera vez”,
agregó.
“El desafío actual pasa por ampliar la matriz de
factores que vamos integrando a los modelos de simulación, con el aporte
de los mismos técnicos”, señaló, y adelantó que este tipo de modelos se
esta extendiendo a otros cultivos, como maíz, soja y cebada, y que el
objetivo es comenzar a integrarlos para analizar rotaciones. Incluso
podrían vincular este sistema con otros modelos de simulación
desarrollados en la FAUBA, como Crono Trigo.
Los familia Cronos, sencillos y accesibles
Con
10 años de inserción en el medio productivo y unos 9000 usuarios
suscriptos, el grupo Cronos está conformado por modelos sencillos de
predicción fenológica para los cultivos de trigo, cebada y colza-canola.
Permiten estimar los distintos eventos fenológicos por los que
transcurren los cultivos y caracterizar riesgos tales como heladas y
altas temperaturas.
“Los modelos Cronos permiten conocer los
eventos más significativos que atraviesan los cultivos (por ejemplo,
cuándo alcanzan los estados de encañazón, floración y madurez
fisiológica, previo a la cosecha), de acuerdo a variables como el sitio
productivo, la fecha de siembra y el material genético. Estos momentos
críticos condicionan las prácticas de manejos a aplicar, así como el
rendimiento del trigo, por ejemplo, y de los cultivos siguientes en el
esquema de rotaciones, como la soja de segunda”, explicó Gabriela
Abeledo, docente de la cátedra de Cerealicultura, que participa del
proyecto junto a las cátedras de Cultivos Industriales y Climatología y
Fenología Agrícolas de la FAUBA, y el soporte de la Unidad de
Tecnologías de la Información (UTI).
El software es de acceso
libre a través de la pagina web de la FAUBA (cronos.agro.uba.ar). Su uso
es muy sencillo e intuitivo: “El usuario simplemente selecciona su
región, el cultivar con el que está trabajando y la fecha de siembra”,
dijo Abeledo. Además, destacó que el modelo abarca sitios muy diversos a
lo largo de la Región Pampeana, desde la provincia de Santa Fe hasta el
sur de la Buenos Aires, y trabaja con 25 cultivares de trigo y
diferentes fechas de siembra.
“Año a año el desafío es tratar
de ir actualizando el modelo porque hay un recambio constante de
cultivares de trigo, cebada y canola en el mercado”, destacó.
Para
finalizar, Abeledo hizo hincapié en el uso de esta tecnología para el
ciclo 2016/17 de granos finos: “Para aquellos productores que vean
rezagada su siembra por las condiciones de anegamiento o retardo en las
labores, a través del CronoTrigo van a poder evaluar cuánto se va a
estar retrasando la floración del cultivo y la cosecha, y así van a
poder cuantificar o ir modificando su esquema de siembra. Para aquellos
productores que siembren en zonas donde no poseen experiencia previa, el
sistema les permite conocer las características del sitio, las fechas
de siembra y los riesgos en función de frecuencias de heladas o de
golpes de calor”. (Fuente: Prensa FAUBA)
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