El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación reconoció al Ing. Agr. Esteban Jobbágy con el premio “Bernardo Houssay” en la categoría Ciencias Biológicas, Ciencias Agrarias y Veterinaria. Jobbágy es investigador del CONICET en la Universidad Nacional de San Luis y docente de grado y posgrado en la FAUBA.

La presidenta Cristina Ferández de Kirchner, el ministro Lino Barañao y el Ing. Esteban Jobbágy en la entrega de premios Houssay.

El pasado 17 de agosto en la Sociedad Científica Argentina se entregaron los premios Houssay a los mejores investigadores científicos por sus contribuciones a nuevos conocimientos con gran impacto social y productivo, y útiles para la formación de recursos humanos. El Ing. Agr. Esteban Jobbágy, investigador del CONICET en el laboratorio de GEA (Grupo de Estudios Ambientales) de la Universidad Nacional de San Luis y docente de la carrera de Ciencias Ambientales y la Escuela para Graduados "Ing. Agr. Alberto Soriano" (EPG), fue reconocido en el área en la categoría Ciencias Biológicas, Ciencias Agrarias y Veterinaria.

El Ingeniero Agrónomo, que formó parte del premio Nobel de la Paz 2007 como autor contribuyente de reportes IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), se desatacó en la última década por sus investigaciones tendientes a entender cómo y hasta qué grado las plantas son capaces de determinar la distribución vertical de nutrientes y carbono en los suelos. Estos trabajos describieron patrones universales y plantearon mecanismos de transporte diferencial de nutrientes que se convirtieron en fuente de otras investigaciones.

El especialista en Ecología y en Recursos Naturales está radicado en San Luis donde se desempeña como investigador del CONICET y suele viajar a Buenos Aires para ejercer la docencia en la FAUBA.

A partir del año 2000 el Ing. Jobbágy inició un estudio sobre las plantaciones forestales establecidas en pastizales como un sistema modelo “para entender hasta qué grado la vegetación controla la química y circulación de agua de los suelos y me llevé unas cuantas sorpresas“, asume respecto de este trabajo que realizó en la Facultad de Agronomía de la UBA. “Me permitió entender la fuerte interacción que tienen el agua freática (napas cercanas a la superficie) y la vegetación, moldeando la productividad de biomasa, la dinámica de sales y la calidad de las aguas”, explica. En un contexto en el que se debatía la conveniencia o no de forestar grandes áreas para mitigar el aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera, esta investigación, y el intercambio con colegas de Argentina, Uruguay y Estados Unidos, le permitió reconocer algunos costos ambientales de las forestaciones que fueron tenidos en cuenta tanto por sectores ambientalistas como productivos y gubernamentales a ambos lados del Río de la Plata.

Radicado en la provincia de San Luis, el especialista en Ecología y en Recursos Naturales continúa su vínculo estrecho con la Facultad desde su rol de docente pero fundamentalmente destaca: “Lo más importante es que existe hoy un verdadero puente entre nuestro laboratorio (http://gea.unsl.edu.ar) y muchos grupos de la FAUBA, con estudiantes de posgrado e investigadores que viajan de un punto al otro con frecuencia. De todos los que llegan, vamos aprendiendo cosas nuevas y esa es la más efectiva conexión que podemos tener”.

Jobbágy, que divide su tiempo como investigador en dos líneas de trabajo relacionadas con la “napa” freática en la región pampeana, por un lado, y los sistemas leñosos semiáridos y sus desafíos ambientales y productivos, por el otro, dedica este premio a su familia y agradece el hecho de que “un presidente, sin importarme su color político o partido, premie de primera mano a los científicos. Este es un avance grande en nuestro país”.
Luciana Aghazarian

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