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Primeras pruebas sobre efecto invernadero, en Argentina
CPIA
- 03-10-2011 -
Nota publicada por: CPIA el 03-10-2011
Nota de origen:
Primeras pruebas sobre efecto invernadero, en Argentina
Enviada por: FAUBA , el 03-10-2011
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Según la Facultad de Agronomía de la UBA, este gas tiene un poder de calentamiento 310 veces mayor al CO2...
Según información de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) que está midiendo el óxido nitroso emitido por el suelo ,
los resultados son alentadores. Dichas mediciones contribuirán a
evaluar en detalle la huella ambiental de nuestros productos
agrarios e incorporar los valores al IPCC.
Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA)
trabajan desde hace tres años en la medición de gases de efecto
invernadero, relevando datos que no existían en el país y para lo
cual, hasta ahora, sólo podían consultarse valores determinados
en el exterior por el Panel Intergubernamental de Cambio
Climático (IPCC).
Los trabajos apuntan a medir a campo, en sistemas agrícolas
basados en siembra directa, las emisiones de Óxido Nitroso
(N2O), que tiene un poder de calentamiento 310 veces mayor
que el Dióxido de Carbono (CO2). Según los primeros resultados
de las investigaciones, las emisiones de este gas provocadas por
nuestro país serían inferiores a las que establece la metodología
del IPCC. Si esto fuera así, disminuiría la huella ambiental de
nuestros productos agropecuarios.
La Argentina ocupa, según los cálculos del IPCC, el puesto Nº 33
en el ranking mundial de países emisores de gases de efecto
invernadero. El sector agropecuario contribuiría con el 44% de
esas emisiones (21% por la agricultura y 23% por la ganadería).
“No obstante, nuestro país no posee factores locales de emisión
de gases, en especial de N2O, que es el principal gas emitido por
los suelos agrícolas”, advirtió Miguel Taboada, director de Suelos
de INTA Castelar y profesor asociado de la FAUBA.
Taboada desarrolló los estudios sobre el N2O desde la Cátedra
de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA, junto a Carina Álvarez y
con la colaboración de Alejandro Costantini, de Edafología, y
actualmente continúa sus trabajos desde el INTA. Además fue
responsable del Inventario de Gases Efecto Invernadero del
Sector Agrícola en la Segunda Comunicación Nacional de
nuestro país y es autor del Grupo de Trabajo Nº2, del 5º Informe
de Cambio Climático del IPCC, que comenzó este año y culmina
en 2014
“Como en la Argentina no teníamos números precisos sobre
cuánto óxido nitroso emiten nuestros sistemas productivos y
cómo impactan estos gases a nivel local, decidimos obtener
datos propios”, apuntó Álvarez, y agregó que en los estudios
también colaboraron investigadores brasileros de EMBRAPA
Agrobiología, quienes tenían experiencia en hacer las mediciones
a campo.
Las primeras determinaciones se realizaron en Brasil. Luego, la
metodología se ajustó a la Argentina y se implementó en el
Laboratorio de Servicios Analíticos Especiales de la FAUBA. “No
fue fácil: Demoramos entre seis meses y un año en calibrar el
equipo que utilizamos para medir cantidades pequeñas de nitroso
que se emiten desde el suelo”, dijo Álvarez.
Tras este período de trabajo, las experimentaciones se
trasladaron al campo, donde las tesistas de posgrado Vanina
Cosentino y Carolina Álvarez utilizaron cámaras para retener los
gases emitidos desde el suelo. Después lo recolectaron en
pequeñas cantidades con bombas de vacío y lo transportaron con
mucho cuidado y rapidez hasta los laboratorios, donde se
determinaron los valores de N2O que emite el suelo.
Con esta metodología, ya se realizaron dos años de mediciones
en siembra directa en la provincia de Buenos Aires, durante el
ciclo de trigo (en invierno, cuando las emisiones de N2O son
bajas) y en las campañas de maíz y soja, cuando se obtienen
registros mayores.
También se trabajó en la región Semiárida Pampeana, en
Córdoba. Se observó que, en principio, los valores son
sustancialmente menores respecto de las tasas que se tomaron
desde el IPCC. Estos trabajos también permitieron determinar
que los sistemas en siembra directa presentan, en general,
emisiones menores que en las situaciones bajo laboreo. “Sin
duda, las evaluaciones deben continuar y hacerse extensivas a
toda la región pampeana”, señaló Álvarez.
Según Taboada, de acuerdo con la Segunda Comunicación
Nacional del IPCC, entre las campañas 2000/01 y 2005/06 las
emisiones de N2O de la Argentina, calculadas utilizando factores
foráneos, subieron 0,5 kg/ha por año (de 2,5 a 3 kg/ha por año),
principalmente por el aumento de área sembrada de soja. No
obstante, “es esperable que los valores de estas emisiones
desciendan significativamente en las próximas comunicaciones,
porque la nueva metodología a incorporar por el IPCC hace bajar
la emisión potencial de gases por cultivos leguminosos, como la
soja. En segundo lugar, cuando dispongamos de factores propios
medidos, es probable que muestren emisiones menores a las
estimadas”, adelantó.
Estas mediciones a campo permitirán afinar los números de la
Argentina y negociar mejor ante el IPCC con datos reales de
campo, puesto que nuestro país posee una de las mayores áreas
sembrada con siembra directa en el mundo (con 18 millones de
hectáreas), detrás de EE.UU. y Brasil. No obstante, para que los
datos se consoliden y puedan ser incorporados al IPCC, es
necesario continuar con las mediciones.