Información clasificada por www.sintesisagraria.com
  Gacetillas FAUBA La FAUBA en los medios Archivo  
Por datos satelitales, la FAUBA estima agua disponible y el rinde de los cultivos con 3 meses de anticipación  
Cortina Beruatto S.A.- 10-10-2012 -
  Nota publicada por: Cortina Beruatto S.A. el 10-10-2012

Nota de origen:
Cómo mirar la lluvia desde arriba de una nube
Enviada por: FAUBA , el 03-04-2012

Esta noticia ha sido difundida por las siguientes agencias:
Amanecer Rural - Conciencia Rural - TodoAgro - Ahora Educación - Agrositio - Mundo Campo - Agropráctico - Agua Org - Cortina Beruatto S.A. - AgroGestión - La Gaceta - El Litoral - - Agroads - Agroclipping - Guía Académica - Epoca - Nea Rural - FyO - Diaz de Campo - AAPRESID - Síntesis Agraria - Noticias Agropecuarias - Clarín - Agro Noa - Hacienda on line - Engormix - Examedia - Nuestro Agro - Info Universidades - Cuenca Rural - Lartirigoyen - Bolsa de Cereales de Entre Ríos - Acopiadores de Cereales - Cover - Nuevo ABC Rural - Granar - Profesionales y Empresarios - Agragropecuaria - Argentina Investiga - Agrositio -

Consulte esta noticia en el sitio que fue publicada

En un año en el que el clima jugó un rol determinante en los rendimientos, las herramientas que permiten contar con mayor información se valorizan fuertemente. En este contexto, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) desarrolló un modelo a partir del cual se obtiene un índice de satisfacción hídrica que utiliza información satelital para estimar la cantidad de agua disponible en el suelo y prever con al menos tres meses de anticipación los rendimientos de algunos de los principales cultivos.

La tecnología fue desarrollada por María Elena Fernández Long, investigadora de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, en base a información provista por satélites sobre precipitaciones y datos del suelo, como su capacidad de retención hídrica en cada región. “La información satelital permite acceder a una mayor cobertura espacial respecto de la generada en la superficie de la tierra por el Servicio Meteorológico Nacional, cuyas 120 estaciones meteorológicas no llegan a cubrir todas las regiones productivas”, explicó la meteoróloga.

“Las imágenes satelitales nos dan una respuesta a esta falta de información. Con ellas, alcanzamos una cobertura espacial a escala departamental y logramos estimar cuáles serán los rendimientos de los cultivos en diciembre o enero (dos o tres meses antes de la cosecha), cuando el maíz, por ejemplo, atraviesa su período crítico, en la floración”, agregó.

Si bien Fernández Long advirtió que estos períodos del cultivo varían según cada región y de acuerdo a las fechas de siembra utilizadas, la investigadora explicó que durante el verano las lluvias se distribuyen de una manera muy heterogénea en todo el país y que la información de superficie generada por el Servicio Meteorológico no permitiría captar esa variabilidad espacial.

Una de las principales ventajas de la nueva tecnología consistiría en permitir un seguimiento de los cultivos para estimar los rendimientos a escala departamental. “Es una herramienta muy útil para la toma de decisiones por parte de productores y organismos que hacen las estadísticas”, apuntó.

¿Cómo se elabora este indicador que calcula la cantidad de agua en el suelo? Según Fernández Long, la variable más importante es la precipitación. El satélite mira la nube y estima las lluvias que están recibiendo los suelos. A partir de ahí, el modelo que desarrollamos utiliza información de superficie, por ejemplo el tipo de cada suelo de la Argentina (si es arcilloso, franco o limoso) y la demanda atmosférica. Con esos datos, la FAUBA elabora un mapa cada 10 días que permite evaluar la evolución del índice de satisfacción hídrica y hacer el seguimiento de cada campaña.

La experta advirtió que desde la década del ´60, y especialmente a partir de los ´70, en la Argentina se registró un aumento importante de las precipitaciones. No obstante, en los últimos años esta situación se revirtió: las lluvias disminuyeron y produjeron cambios en todo el sistema productivo. “La cantidad de agua en el suelo disponible para los cultivos es fundamental y vuelve a ser una de las limitantes”, finalizó.