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Buenos Aires, 13 diciembre (PR/!4) // Un grupo de investigadores

de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires
(FAUBA) recomendaron prácticas agrícolas para revertir la
compactación del suelo en siembra directa que tiene labranza cero.
El estudio advierte sobre los problemas de falta de
infiltración de agua que presentan muchos suelos sometidos a la
siembra directa en la región pampeana, y asegura que la situación
podría revertirse con prácticas que implican cultivos de
cobertura, el uso de descompactadores y el control del tránsito de
maquinaria.
Así "el reemplazo de labranza convencional por la siembra
directa resultó en un mejor control de la erosión, en la
conservación del agua, un ahorro de tiempo operativo y una
reducción del uso de combustibles fósiles", consignó Carina
Álvarez, profesora adjunta de la cátedra de Fertilidad y
Fertilizantes de la FAUBA.
La investigadora señaló, sin embargo que el sistema de labranza
cero también propició la compactación superficial de los suelos y
afectó, en varias situaciones, la infiltración, "fundamentalmente
en texturas limosas y en lotes sometidos a un alto tránsito".
En tanto el análisis de Alvarez, publicado recientemente,
evaluó la calidad de los suelos en 45 sitios pampeanos: "Uno de
los hallazgos más importantes fue que encontramos una interacción
entre la textura de los suelos y el manejo con la tasa de
infiltración", advirtió.
Manifestó que "podrían esperarse mejoras en la tasa
de infiltración en los suelos francos bajo siembra directa, pero
no así en los suelos franco/limosos y franco/arcillo/limosos",
ya que en estos últimos hay mayor presencia de estructuras
laminares superficiales.
En este sentido, los especialistas de la Facultad analizaron
serie de lotes con suelos limosos que diferían en los años bajo
siembra directa, en los cultivos antecesores y en su contenido de
materia orgánica, delimitados por áreas de mayor y menor tránsito.
Llegaron a la conclusión de se debe "considerar al tránsito
como un factor adicional que favorece el desarrollo y persistencia
de este tipo de estructura".
La siembra de cultivos de cobertura que aseguren la
presencia de raíces vivas durante todo el año, el uso de
descompactadores y medidas preventivas como el control del
tránsito agrícola, fueron recomendados para reducir la
compactación y favorecer la infiltración.
Además se propuso el uso de descompactadores debido a que en 12
ensayos realizados durante tres campañas sobre el cultivo de maíz,
esta práctica permitió mejorar siete veces la tasa de infiltración
al momento de la siembra.

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