| El dragado del Riachuelo podría contaminar el Río de la Plata |
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Un estudio realizado por la cátedra de Química Analítica de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) advirtió sobre el riesgo ambiental que supone el dragado de sedimentos en la zona de Cuatro Bocas, en la desembocadura del Riachuelo, ya que estos contienen metales pesados como cromo, zinc, plomo, cadmio y arsénico en elevadas proporciones que pueden provocar un daño a la salud.
De acuerdo con los resultados extraídos del laboratorio, estos sedimentos deben contar con un tratamiento especial luego de ser removidos. El informe también alerta acerca de la gravedad que supone arrojar los desechos al Río de la Plata, de donde se extrae el agua para consumir y utilizar en los hogares. Actualmente, 17 millones de habitantes hacen uso del agua que se extrae del río.
En nuestro país no existen normas específicas para la operatoria del dragado, la calidad de los sedimentos y su posterior disposición. Sin embargo, el estudio de laboratorio realizado por Alicia Fabrizio de Iorio y Alicia Rendina comparó los resultados con los parámetros que se utilizan en otros países para decidir sobre el destino de los sedimentos.
Las especialistas concluyeron que las concentraciones de contaminantes de los sedimentos del Riachuelo corresponden a la clase 4, asignación que se aplica al nivel del metal más restrictivo. Por lo tanto, utilizando como referencia la normativa holandesa, el material dragado no se puede relocalizar en aguas abiertas sin medidas de contención o tratamiento previo.
"Cuando los elementos se trasladan a aguas abiertas, pasan de un medio anaeróbico (sin oxígeno), como es el Riachuelo, a uno aeróbico, como el Río de la Plata, y se vuelven peligrosos", indicó Hugo Cetrángolo, profesor titular de la facultad y coordinador del trabajo de análisis.
Los resultados del estudio fueron minimizados por las autoridades encargadas del dragado, que indicaron que todas las acciones llevadas a cabo en la zona de Cuatro Bocas, donde se encuentra la desembocadura del Riachuelo, cuentan con las habilitaciones ambientales correspondientes y de ninguna manera constituyen una amenaza para la salud ni para el medio ambiente.
Por otra parte, Miguel Ángel Lico, administrador del Puerto Dock Sud y miembro directivo del Consejo Directivo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) por la provincia de Buenos Aires, defendió el dragado. "Hace un mes se terminó la obra de dragado en profundidad del Puerto de Dock Sud y el estudio de la UBA no fue tenido en cuenta por el juez, ni por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), ni por Acumar", señaló.
De acuerdo con los dichos del funcionario, el dragado se realizó con el control de las autoridades ambientales y quitó 3 millones de metros cúbicos de sedimentos.
Lico detalló que las descargas se realizan entre los 25 y los 35 kilómetros de distancia en el Río de la Plata, en el área que establece la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación.
Otras voces
Raúl Estrada Oyuela, representante legal de la Asociación Vecinos de La Boca, manifestó que tienen una opinión reservada respecto del tema. "Es necesario por los sedimentos que llegan del Riachuelo y lo que viene del río Paraná. Pero está contaminado con lo que llega del Riachuelo. Hay soluciones para este problema, pero no se están abordando. Y debería hacerse porque una situación similar va a ocurrir si se vuelve a habilitar el Riachuelo para navegar, tal como es el interés de las areneras".
Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), indicó: "El de los barros es un debate que reclama un plano académico, uno técnico y uno público. Cualquier decisión que se tome sobre la cuestión deberá hacerse tras ese debate, que hasta ahora no ocurrió. Esa discusión es la que venimos reclamando desde hace años".
Viernes 27 de Febrero de 2015 |
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