Instalan un tambo ovino urbano para investigación |
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Alumnos y docentes trabajan para aplicar sus conocimientos en el campo y crear un vínculo con los productores del sector.
En plena Ciudad de Buenos Aires, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) puso en funcionamiento un tambo ovino donde alumnos, docentes e investigadores toman contacto directo con los animales a fin de ampliar sus estudios en aspectos vinculados a la producción de pasto, la calidad de la leche, la elaboración de quesos y la emisión de gases de efecto invernadero generada por los rumiantes. "Buscamos que el tambo sea una usina de trabajos de investigación y, a la vez, una oportunidad para que los alumnos estén en contacto con las ovejas y con la producción", explicó Alejandro Palladino, docente de la cátedra de Nutrición y Alimentación Animal.
El profesor, quien realizó un doctorado en Irlanda enfocado en los factores que afectan a la calidad nutracéutica de la leche (para mejorar la salud de las personas y prevenir enfermedades), trabaja en esta iniciativa de la Fauba desde 2010, cuando comenzaron a trabajar con ovejas lecheras como modelo animal.
"Una vez que regresé a la Argentina, se hacía muy difícil traer vacas a la Capital y entonces vimos que la oveja lechera podía ser un modelo muy interesante, porque es un animal chico que podemos tener en la Facultad y porque existe poca información disponible sobre la nutrición y el manejo de estos animales", detalló Palladino. Además, algunos de los resultados de sus trabajos pueden ser extrapolables a otros rumiantes, como las vacas.
A raíz de la incorporación del tambo, muchos estudiantes se ofrecen para trabajar con las ovejas y practicar las técnicas que se enseñan en las aulas. Durante 2011, sembraron pasturas de cebadilla, festuca, trébol blanco y un verdeo de raigrás en un lote de la Facultad.
Un buen negocio
Las técnicas utilizadas a pequeña escala sobre las 20 ovejas de la Fauba en Capital Federal, se reproducen luego en los campos de la facultad en la localidad bonaerense de San Pedro, donde poseen otros 80 animales en producción.
En este sentido, el objetivo de sus investigaciones es lograr un contacto con los productores: "Queremos empezar a cuantificar variables importantes para los productores, desde lo productivo y económico, a través de diferentes tecnologías que ayuden a mejorar la producción y a disminuir los costos, fundamentalmente con una mejora del recurso pasto, que representa el alimento más barato para las ovejas y los rumiantes en general", informaron.
Ana Frey, de la cátedra de Ovinotecnia, sostuvo que si bien en la Argentina sólo existen unos 50 tambos ovinos, repartidos entre la Región Pampeana y la Patagonia, la actividad puede ser un buen negocio para productores de pequeña escala, porque la inversión necesaria para iniciar la actividad es moderada, en tanto que los productos que se obtienen son valiosos.
En este sentido, explicó que la leche ovina posee beneficios para la salud de los niños y para personas con problemas de intolerancia a los productos bovinos. "El porcentaje de grasa y proteína de la leche de oveja es prácticamente el doble que el de las vacas, y los quesos fabricados con esa leche son considerados delicatessen, con un mayor precio en el mercado", concluyó. |
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