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FAUBA: Cómo mirar la lluvia desde arriba de una nube
Amanecer Rural
- 04-04-2012 -
Nota publicada por: Amanecer Rural el 04-04-2012
Nota de origen:
Cómo mirar la lluvia desde arriba de una nube
Enviada por: FAUBA , el 03-04-2012
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Con la utilización deimágenes satelitales, la FAUBA elaboró un modelo que calcula la cantidad deagua disponible en el suelo para los cultivos. La información se actualiza cada10 días en un “mapa de satisfacción hídrica” y permite estimar los rindes delmaíz, por ejemplo, tres meses antes de la cosecha.
La Facultad deAgronomía de la UBA (FAUBA) desarrolló un modelo a partir del cual se obtiene uníndice de satisfacción hídrica que utiliza información satelital para estimarla cantidad de agua disponible en el suelo y prever con al menos tres meses deanticipación los rendimientos de algunos de los principales cultivos extensivosde la Pampa Húmeda.
La tecnología fuedesarrollada por María Elena Fernández Long, investigadora de la Cátedra deClimatología y Fenología Agrícolas, en base a información provista porsatélites sobre precipitaciones y datos del suelo, como su capacidad deretención hídrica en cada región productiva del país.
“La informaciónsatelital permite acceder a una mayor cobertura espacial respecto de lagenerada en la superficie de la tierra por el Servicio Meteorológico Nacional, cuyas120 estaciones meteorológicas distribuidas en el país no llegan a cubrir todaslas regiones productivas”, explicó la meteoróloga de la FAUBA.
“Las imágenessatelitales nos dan una respuesta a esta falta de información. Con ellas, alcanzamosuna cobertura espacial a escala departamental y logramos estimar cuáles seránlos rendimientos de los cultivos en diciembre o enero (dos o tres meses antesde la cosecha), cuando el maíz, por ejemplo, atraviesa su período crítico, en lafloración”, agregó.
Si bien FernándezLong advirtió que estos períodos del cultivo varían según cada región y de aacuerdo a las fechas de siembra utilizadas, la investigadora explicó que duranteel verano las lluvias se distribuyen de una manera muy heterogénea en todo elpaís y que la información de superficie generada por el Servicio Meteorológico nopermitirían captar esa variabilidad espacial sin una mayor cantidad deestaciones.
Una de las principalesventajas de la nueva tecnología consistiría en permitir hacer el seguimiento delos cultivos y poder estimar cuáles van a ser los rendimientos a escaladepartamental al finalizar la campaña. “Es una herramienta muy útil para latoma de decisiones por parte de los productores y de organismos que hacen lasestadísticas, como las bolsas de cereales o el Ministerio de Agricultura”,apuntó.
¿Cómo se elaboraeste indicador que calcula la cantidad de agua en el suelo? Según FernándezLong, la variable más importante es la precipitación. El satélite mira la nubey estima las lluvias que están recibiendo los suelos. A partir de ahí, elmodelo que desarrollamos utiliza información de superficie, por ejemplo el tipode cada suelo de la Argentina (si es arcilloso, franco o limoso) y la demandaatmosférica (de acuerdo con la temperatura, entre otros factores). Con esosdatos, la FAUBA elabora un mapa cada 10 días que permite evaluar la evolución delíndice de satisfacción hídrica y hacer el seguimiento de cada campaña.
La experta de la Facultad de Agronomíaadvirtió que desde la década del ´60, y especialmente a partir de los ´70, enla Argentina se registró un aumento importante de las precipitaciones. Noobstante, en los últimos años esta situación se revirtió: las lluviasdisminuyeron y produjeron cambios en todo el sistema productivo. “Otra vez lacantidad de agua en el suelo disponible para los cultivos es fundamental yvuelve a ser una de las limitantes principales para los productores”, finalizó.