Por qué una zona de la Patagonia argentina se quedó sin hormigas |
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Sin embargo, según demuestra un estudio de un caso emblemático en la Patagonia argentina, si bien reforestar trae ciertos beneficios, puede también acarrear consecuencias indeseadas.
Amy Austin, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires, autora principal del estudio, y Adelia González Arzac, bióloga y doctora en Ciencias Agropecuarias, analizaron áreas reforestadas en el sur del país hace 35 años con un tipo de pino originario del oeste de Estados Unidos.
Los estudios revelaron un resultado singular: en la zona reforestada con pinos ponderosa ya no quedaban hormigas.
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“Yo no quiero decir categóricamente que reforestar sea bueno o malo, pero mi mensaje es que cuando el foco se centra únicamente en la cantidad de carbono que secuestran los ecosistemas, se pierde la perspectiva sobre los efectos colaterales”, explica Austin.
Si la idea es plantar bosques con ese fin, es una estrategia que hay que implementar con cuidado, añade la investigadora
En el caso de la Patagonia argentina, los programas de reforestación se iniciaron en los años 70.
En ese momento, el Estado alentaba esta actividad con incentivos impositivos, para aumentar la producción de celulosa y papel.
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“Lo que vimos es que plantar especies exóticas tienen un efecto sobre todos los aspectos del funcionamientos de los ecosistemas”, dice la investigadora.
“Vimos cambios en la productividad primaria (es decir en el crecimiento de las plantas nativas), alteraciones en la abundancia de la fauna del suelo, en las redes tróficas, en la descomposición y el reciclaje de carbono, y no sabemos cuáles serán las consecuencias de estos cambios”, añade.
Fuente: BBC Mundo |
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