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Así se desprende de un análisis de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) que señala que las inundaciones que afectan a diferentes regiones de la Argentina pusieron en jaque a la lechería.

Según esa facultad, “muchos productores evalúan abandonar definitivamente una actividad que ya venía fuertemente golpeada por el bajo precio de la leche”.

Para Alejandro Palladino, docente de la cátedra de Producción Lechera de la FAUBA, “después de un proceso de varios años de cierre de tambos, las inundaciones fueron el golpe de gracia para muchos productores que aún se mantenían en la actividad, en un contexto de bajo precio internacional de la leche y de una crisis que se precipitó tras el levantamiento de las retenciones”.

“La medida del Gobierno provocó un aumento de 20% en el precio del maíz por la quita del impuesto a las exportaciones, al cuál habría que agregarle el efecto devaluatorio, todo en un contexto en el que el maíz puede representar hasta el 40% de la dieta anual de un animal”, explicó el catedrático, que también se desempeña como coordinador de Lechería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA).

Palladino afirmó que “los bajos ingresos económicos llevaron a producir por debajo del costo operativo (no alcanzan para pagar sueldos del personal o alimentos de los animales) y ahora hay zonas inundadas que no pueden vender la leche”.

El especialista agregó que “los tamberos que están muy complicados, si están evaluando abandonar la actividad, el mejor consejo es salir cuanto antes para no descapitalizarse más; es lo último que me gustaría decir, pero la situación es realmente crítica”.

Como contrapartida, el docente de la FAUBA se mostró optimista “para los productores que puedan aguantar” para quienes resaltó que “el precio de la leche está repuntando mucho. Pasamos de $ 2,90 promedio por litro en marzo a un valor por encima de los $ 3 en abril. Y hay lugares donde ya están cobrando $ 3,50, más un subsidio de 60 centavos prometido por el Gobierno Nacional”, detalló.

Por suerte, dijo Palladino, “es una tendencia que está mejorando, pero como producto de una desgracia, que son las inundaciones. Entonces, para el que pueda aguantar, creo que mantenerse en la actividad va a ser un buen negocio”.

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