Ahora hay una metodología que registra la actividad de los pastores de zonas montañosas de la Argentina |
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Por primera vez se conoce a través de un sistema tecnológico, con un enfoque novedoso, la trashumancia de los pastores neuquinos y sus majadas en la zona montañosa de la región.
El trabajo del investigador argentino Marcos Easdale , publicado en la revista científica Regional Environmental Change, muestra la conectividad que genera el movimiento de pastores y rebaños entre diferentes ecosistemas llamados invernadas y veranadas.
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"La red está formada por la unión de invernadas y veranadas. Las invernadas son campos bajos, áridos, con áreas de pastoreo definidas. Ahí, los animales permanecen entre abril y noviembre. Son lugares parecidos a sistemas sedentarios, donde se ubica la casa principal de la familia", sostuvo Easdale doctorado en la Escuela para Graduados Alberto Soriano de la Facultad de Agronomía de la UBA(FAUBA).
El actualmente investigador de la Estación Experimental EEA Bariloche del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) describió que "por su parte, las veranadas, son tierras altas y mucho más productivas, mayormente fiscales, de uso compartido. Los pastores arrean hasta allí sus cabras y ovejas en diciembre y regresan a las invernadas en marzo".
Así especialistas de la FAUBA y del INTA esclarecieron cómo se mueven estacionalmente los pastores y sus majadas en un área montañosa al norte de esta región de Neuquén.
La investigación de la FAUBA y del INTA determinó por primera vez cómo se conectan entre sí todas las áreas que recorren estos pastores e hizo explícita la estructura gráfica de la red.
Se discuten los efectos que esta metodología tendría para la región, según informó la Agencia de Prensa y Divulgación Científica y Tecnológica de FAUBA, en su portal web Sobre La Tierra (SLT).
"Desde hace tiempo teníamos la idea de que en la parte norte de Neuquén había ambientes conectados por los caminos de arreo de los pastores. Hoy, con nuestro trabajo pudimos llevar a un lenguaje visual la red de trashumancias, lo cual tiene un impacto comunicacional fuerte y nos permite mirar el sistema de una manera diferente", manifestó Easdale.
Consideró que el sistema "es una herramienta útil para optimizar cuestiones de desarrollo territorial, para planificar obras de infraestructura o para conservar recursos naturales minimizando el impacto sobre los habitantes de la región".
"Las invernadas y veranadas son los nodos de la red. Nuestro estudio reveló que no todos los nodos son iguales. Debido a la cantidad de conexiones con otros nodos (o sea, su grado de interconexión), hay que evitar que los llamados nodos clave se deterioren", advirtió.
Explicó que "si eso sucede, el efecto en cascada a través de la red tendría consecuencias muy graves, tanto productivas como sociales. Por eso, esta técnica de análisis hace explícitos los potenciales conflictos con otras actividades como, por ejemplo, la forestación de veranadas, su privatización, o la construcción de rutas sobre los caminos por los que se arrea a los animales", indicó.
Easdale, quien también es investigador del Conicet, contó que el pastoralismo trashumante es una práctica muy antigua que se sigue realizando en la Argentina y en otras regiones áridas, semiáridas o montañosas del mundo como los Alpes, los Pirineos, Nepal, el Himalaya, Chile, Bolivia y Perú.
"En Neuquén, esta forma de ganadería móvil (ellos mismos se autodenominan crianceros), es la actividad principal y la fuente de sustento para cientos de familias", afirmó. |
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