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Un fallo judicial confirmó lo que vecinos y expertos advertían hace tiempo: el gobierno porteño debe detener todas las podas de árboles que no estén justificadas y debidamente documentadas, tal como lo establece la ley de arbolado local.

Los vecinos reclaman que no se cumple puntualmente con los artículos 10, 11 y 12 de la ley de arbolado

El veredicto firmado la semana pasada por la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, integrada por la jueza Mariana Díaz y el juez Carlos Balbín, confirmó la sentencia en primera instancia que ordenaba que se suspendan los cortes de las especies ante una acción de amparo ambiental presentada por la vecina Claudia Heras.

"No resulta necesario demostrar a los fines del ejercicio de la legitimación procesal (pues resulta una evidencia) que una tala o poda injustificada de las especies arbóreas produce una limitación del proceso de fotosíntesis que podría coadyuvar a una mayor contaminación ambiental que, a su vez, podría incidir negativamente en la salud de quienes desarrollan sus vidas en esta Ciudad, entre quienes se encuentra la parte actora", sostiene Balbín en el fallo.

El Gobierno no ha presentado documentación que refute lo que se le objeta

Los vecinos reclaman que no se cumple puntualmente con los artículos 10, 11 y 12 de la ley de arbolado que establece que cada intervención en un árbol debe estar justificada, debe ser documentada al tiempo que tiene que ser supervisada y realizada por personal idóneo y capacitado.

"Surge la existencia de documentación aportada por la amparista que permitiría /prima facie/ advertir ciertas falencias respecto de la prestación del servicio de mantenimiento del arbolado público que permiten suponer la falta de cabal cumplimiento de las normas invocadas por la actora", agrega Balbín quien recuerda que en el proceso judicial que se lleva adelante por el tema el Gobierno no ha presentado documentación que refute lo que se le objeta, ni siquiera cuando apeló el fallo de primera instancia.

En el mismo sentido Díaz sentenció: "El GCBA no puede sostener válidamente la afectación de su derecho de defensa a partir de simples manifestaciones genéricas".

Árbol mal intervenido – Fuente: SLT/FAUBA

En el gobierno porteño no hicieron comentarios respecto del tema. Aunque la poda la realiza cada una de las comunas, y son sus autoridades las que deberían cumplir el fallo, las licitaciones para adjudicar los trabajos de poda las realiza la administración central.

Hace poco más de un mes y medio, la cátedra de Jardinería de la UBA advirtió sobre el problema. Gabriela Benito, jefa de trabajos prácticos de la cátedra de Jardinería y docente de la materia Arbolado Urbano sostuvo en un artículo: "Cerca de 30 técnicos egresados de la tecnicatura en Jardinería de la UBA fueron empleados por el área de arbolado urbano del Gobierno de la Ciudad, como parte del plantel de inspectores. Desde allí hacen un diagnóstico del estado de los árboles y proponen un determinado tipo de intervención. Pero luego las empresas contratadas que llevan a cabo las podas no están a cargo de profesionales idóneos, no tienen cuadrillas capacitadas y cortan sin un criterio técnico".

"Una buena gestión y planificación debe anticipar un momento de riesgo. Debe evaluar el estado mecánico y sanitario del árbol. No obstante las cuadrillas trabajan sin criterio. Desde el Gobierno bajan la orden de comenzar a podar 70.000 árboles a partir del 1º de mayo, por ejemplo, como si todos caducarán en el mismo momento. Algunas especies se podan fuera de época, como sucede con las tipas y los jacarandás, que caducan en septiembre u octubre pero se intervienen en junio. Con ello les quitan masa verde y aceleran su decrepitud", indicó la experta.

María Angélica Di Giacomo, que pide ser citada como ciudadana del grupo de Facebook Basta de Mutilar Nuestros Árboles, fue a declarar hoy como testigo en la causa. Ella explica que la poda debe analizarse especimen por espécimen. "El desramado a veces se hace para una especie que no pierde la hoja para que pueda pasar la luz del sol, pero no hay otra justificación. Lo que sucede es que las ramas que se cortan son de un grosor tan grande que no permiten compartimentalizar (cicatrizar); por ahí entran plagas en un hueco que fue provocado por la mutilación que se les hizo años antes. Otro problema es que se les saca un volumen excesivo de follaje. No se le puede quitar más del 25% y se le está sacando entre el 50% y el 80% y quedan sin defensa frente al viento. Y el tercer motivo que provoca la caída de árboles es que las empresas de servicios públicos cortan las raíces en sus intervenciones y nadie las controla", precisó.

(@jfigueOK)

El arbolado urbano, además de ser fundamental para la oxigenación de una ciudad, nos protege del efecto conocido como la isla de calor. En las calles donde no hay árboles la temperatura puede subir entre 4º C y 9º C. Así lo determina un estudio realizado por la Universidad Nacional de Entre Ríos.

El trabajo, realizado bajo la dirección de María Silvia Carponi, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de esa casa de altos estudios, llegó a la conclusión de que los árboles son fundamentales cuando se habla de isla de calor y de temperatura en las ciudades. El trabajo aporta un dato interesante: "Se comprueba que la presencia de árboles conjuntamente con paño verde producen una mejor sensación de confort bioclimático. Las calles sin árboles, así como la cercanía al microcentro, tienen influencia negativa". Carponi apuntó: "Cuando se mide un ejemplar con césped y se lo compara, la diferencia puede llegar hasta los 9°C".

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