Potasio y zinc para reducir el estrés térmico de la ganadería extensiva |
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El estrés calórico es uno de los problemas más preocupantes que enfrenta hoy la producción ganadera mundial, ya que la mayor parte de ésta se desarrolla en áreas tropicales y subtropicales y porque la previsión es que suban las temperaturas como consecuencia del cambio climático. El estrés térmico ya está produciendo pérdidas de 4.000 millones de dólares anuales en EEUU.
Lance Baumgard, profesor de la Iowa State University (EE.UU.), recomienda dietas ricas en minerales como potasio y zinc para mitigar los efectos nocivos del exceso de calor en ganadería extensiva. Así lo avanzó en un curso impartido en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).
“El manejo de la dieta para disminuir los efectos del estrés calórico es particularmente importante en países como la Argentina, donde la ganadería se lleva a cabo, en gran medida, de forma extensiva. En estos sistemas de producción, los animales están expuestos a la radiación solar durante mucho tiempo, dada la baja proporción de superficie con sombra por montes forestales o instalaciones específicas”, sostuvo.
Cuando la temperatura ambiental es elevada, el ganado comienza a transpirar, que es su mecanismo natural para mantenerse fresco. Pero la transpiración excesiva produce pérdidas sensibles de potasio, un elemento que le permite regular las pérdidas de agua. Si el ‘recalentamiento’ prosigue, los animales se deshidratan y sufren diversos problemas orgánicos. Por eso, las dietas ricas en potasio permiten que los animales transpiren normalmente y se mantengan frescos en períodos de altas temperaturas.
Por otra parte, el científico se refirió a otro elemento clave para contrarrestar las consecuencias de las altas temperaturas: el zinc. Este nutriente es esencial para el funcionamiento normal de los intestinos de los animales. El estrés por calor durante el verano hace que el tracto intestinal sea más permeable a sustancias tóxicas y que se produzcan inflamaciones y otros trastornos asociados. Por eso, una dieta con alto contenido de zinc es la mejor estrategia para luchar contra estrés térmico.
Hay que recordar que en la UE, en junio de 2017 se decidió prohibir el uso de óxido de zinc en la alimentación de los cerdos, dejando un período de transición de 5 años, es decir, hasta 2022. El motivo era evitar el riesgo medioambiental. Por tanto, mientras que en otros países se promociona las ventajas del consumo de zinc, en la UE se prohíbe reduciendo la competitividad de los ganaderos comunitarios con respecto a sus homólogos de otros países. |
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