¿CÓMO LOGRAN SOBREVIVIR LAS PASTURAS A
LAS INUNDACIONES Y AL PISOTEO DE LOS
ANIMALES? |
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Una investigación echa luz sobre el funcionamiento de las plant
as ante estos factores limitantes de la produ
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ción ganadera y brinda información para la toma de decisiones de manejo.
En las últimas décadas, el crecimiento de la agricultura desplazó a la ganadería hacia ambientes marginales,
donde los animales conviven con inundaciones y otros eventos extremos del clima. Las pasturas tamb
ién se exp
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nen a estos factores limitantes. Frente a este escenario, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA
(FAUBA) se preguntaron cómo es posible alcanzar una producción sustentable y, para responder a esa pregunta,
estudiaron el comportamie
nto de las plantas ante la amenaza del agua y el pisoteo del ganado. Los hallazgos so
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prendieron a los mismos productores, que vieron en ellos una posibilidad para mejorar el manejo del forraje.
Las investigaciones fueron realizadas por Agustín Grimoldi y Gustavo Striker, docentes de las cátedras de
Forrajicultura y Fisiología Vegetal, respectivamente, de la FAUBA. Los trabajos se concentraron en las princip
a/
les fuentes de alimentación de los vacunos en la Pampa Deprimida, que son las gramíneas (pastos), qu
e aportan
volumen y fibra; y las leguminosas, como el Lotus, que aportan proteína.
Los investigadores simularon inundaciones sobre pasturas. Mientras las leguminosas salieron a la superficie
hasta los 20 cm de profundidad, las gramíneas siempre intentaron salir del agua y, cuando los investigadores no se
lo permitieron, murieron.
“El objetivo de nuestro grupo es conocer cómo responden las plantas ante una inundación y el pisoteo del g
a/
nado, de tal forma que el productor pueda tomar decisiones sustentables y que no deterioren el ambiente”, explicó
Gr
imoldi.
Para avanzar en las investigaciones, los docentes de la FAUBA provocaron condiciones similares a las que
existen en la naturaleza, pero en situaciones experimentales controladas. Así, simularon inundaciones, defoliaci
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nes e, incluso, las pisadas de los animales sobre el pastizal. “Probamos el efecto conjunto de esos factores, porque
la vaca (que puede pesar 400 kg) come el pasto y lo pisa al mismo tiempo, mientras la zona está inundada. Las
plantas tienen qu
e sobrevivir a todos esos disturbios”, dijo Grimoldi, y adelantó que para reproducir el pisoteo
diseñaron curiosos artefactos como un “apretómetro” y un “pisómetro”.
ESPÍRITU
DE
SUPERVIVENCIA
Striker explicó que, frente a una inundación, las plantas adopta
n dos estrategias básicas: “Una es tratar de e
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caparse por fuera del agua, para evitar la sumersión completa y, con ello, la falta de oxígeno y de luz. Ante este
escenario pueden elongar los tallos y las hojas para ganar contacto con la atmósfera, oxigenarse y realizar la foto/
síntesis. Otra opción es dormir una larga siesta hasta que el agua se retire, sobre todo cuando la inundación es muy
profunda y no existen posibilidades de estirarse para escapar. En este caso, la planta ‘trata de hacer’ una economía
de las reservas para rebrotar cuando el agua se retire”, agregó.
Según Grimoldi, cada especie de planta se comporta de un modo diferente. Así, mientras “las gramíneas
siempre intentan salir del agua, porque en general no tienen demasiadas reservas, muchas de las leguminosas di
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ponen de una estructura llamada corona que concentra las reservas y permite que las plantas puedan aguantar más
tiempo bajo el agua”. Hasta aquí, la literatura disponible. Pero los investigadores buscaron ir un poco más allá.
“Muchos productores habían observado el fenómeno en el campo y ahora lo comprendieron”, dijo Grimoldi
“Descubrimos que las leguminosas intentan salir del agua si la profundidad es baja. Pero si la inundación es m
a/
yor, la pla
nta cambia de estrategia: si bien aún desconocemos el mecanismo, encontramos que la planta puede
calcular cuán profunda es la inundación y, a partir de ello, decidir si intenta salir a la superficie o no”. A priori, los
científicos suponen que podrían hacer esta medición con relación a la incidencia de la luz o a la presión de ox
í/
geno en el agua.
Para encontrar estas respuestas, primero experimentaron con una pileta cubierta con tres centímetros de agua.
Allí, las leguminosas salieron a la superficie. Luego
probaron con otras profundidades: a partir de los 20 centím
e/
tros observaron cómo las plantas bajaron su metabolismo y permanecieron esperando. Esta estrategia les permitió
sobrevivir. En cambio, las gramíneas siempre intentaron salir del agua y, cuando lo
s investigadores no se lo per/
mitieron, murieron.
¿Y
EL
PISOTEO?
¿Cómo sobreviven las plantas cuando, además de estar sumergidas, son pisoteadas por los bovinos? La pr
e/
gunta llevó a los investigadores a revisar la literatura científica disponible y a realiz
ar nuevos experimentos.
Las pisadas de los animales también pueden ser un factor limitante para el crecimiento de las pasturas en
áreas inundadas.
“Desde la década del ochenta veníamos leyendo sobre un tejido especial que se generaba en las raíces de las
plan
tas, llamado aerénquima. Cuando las células mueren, dejan agujeros dentro de las raíces que se comunican
con la parte aérea, en contacto con la atmósfera. Estos espacios intercelulares ayudarían a transportar el oxígeno
hacia las raíces sumergidas”, dijo
Striker.
“Porque cuando la planta está inundada, la difusión de oxígeno es 10 mil veces más lenta y da lugar a dos f
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nómenos denominados hipoxia y anoxia, según exista una disminución o falta total de oxígeno. Por eso, las pla
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tas se las ingeniaron para proveerse de oxígeno desde la parte aérea y transportarlo hacia las raíces a través de los
canales, que funcionaban a modo de snorkel”, indicó.
Y agregó: “La literatura internacional decía que este aumento de los agujeros debilitaba la estructura de la
raíz
y que, entonces, éstas iban a tener una menor resistencia al pisoteo de los animales. Por eso nosotros prob
a/
mos someter las plantas a inundaciones, hacer que se generen estos espacios aéreos en las raíces y, además, dise/
ñamos un aparato que nos permitió c
alcular la presión que resiste la estructura de raíces con y sin esos agujeros,
en gramíneas y leguminosas”. El artefacto fue bautizado como “apretómetro de raíces” y se utilizó junto a otro,
complementario, que crearon los científicos, denominado “pisómet
ro”, mediante el cual una pezuña artificial si/
mula el peso de 100 kilos sobre la planta.
“Quisimos empezar a ponerle números a la información que estaba en boga en la literatura. Y encontramos
que las plantas no funcionaban de ese modo”, comentó Striker.
En el caso de las gramíneas, el investigador explicó que las plantas poseen una estructura radial muy fuerte
(similar a los rayos de la rueda de una bicicleta), llamada esclerénquima, que protege a las células. Así las raíces
pueden aumentar el potencial d
e transportar oxígeno sin perder resistencia mecánica, es decir, soportando altas
presiones, como las que puede generar el pisoteo vacun
o”. Las leguminosas, en cambio, responden del modo
opuesto: a mayor cantidad
de espacios aéreos en las raíces, menor es la resistencia mecánica. “Cada vez había que
hacer menos presión para que las raíces colapsaran”, apuntó.
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