CALIDAD Y RENDIMIENTO COMO GRANDES POTENCIALES DE TRIGO ARGENTINO |
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Buenos Aires, 11 de noviembre (Télam).- Especialistas del
sector agropecuario coincidieron en que es posible aspirar a
mayores rendimientos con un manejo inteligente del cultivo de trigo
y que lograr calidades homogéneas permitiría ganar la confianza del
mercado y vender el trigo argentino como pan y no forrajero.
Ambos temas fueron desarrollados en la Jornada organizada por
la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo) bajo el lema "Una
apuesta a lo posible" en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Los especialistas insistieron en que el agregado de valor
abre nuevas perspectivas de mercado: “Toda cadena de valor se
ordena detrás de una demanda, y hoy vemos que se están pidiendo
alimentos procesados", aseguró Santiago Labourt, titular de la
entidad organizadora.
Para Labourt, hay que "ajustar lo necesario para satisfacer
esa demanda, además de seguir creciendo como exportadores de
harinas y trigo”.
Y, tras destacar la "actitud positiva" del Ministerio de
Agricultura, señaló la necesidad de “un comercio sin
restricciones". "Esperemos que se siga en ese camino”, remarcó.
Por su parte, Juan Manuel Garzón, de IERAL, destacó que se
“da un escenario favorable para América Latina, que tiene un buen
acople con las economías asiáticas, lo que nos va a facilitar el
proceso de crecimiento”.
Según Garzón, “Latinoamérica está comprando la misma cantidad
de trigo que hace 10 años, pero las importaciones crecieron un 5%
en semiprocesados y 6% en procesados; esta característica se
extiende también al mundo, donde crece el comercio de trigo, pero
donde el incremento es mayor es en semiprocesados y procesados”.
Y agregó: “El desafío consiste en fortalecer los eslabones
más débiles de la cadena y potenciar acciones colectivas, agregando
know how y escala en productos semiprocesados, así como también
optimizar el capital humano especializado para los procesados”.
En tanto, Luciano Cohan, de la consultora Elypsis, brindó su
perspectiva sobre el valor agregado en la cadena, basándose en una
investigación que se encuentra desarrollando desde hace 4 años
junto a otros colegas.
“En esta investigación quedó de manifiesto que la respuesta
de los productores a la variación de los precios es muy elástica, y
que por lo tanto, una reducción de un 10% en los derechos a la
exportación crearía un círculo virtuoso, que incluso compensaría lo
perdido en recaudación, por vías indirectas”, resaltó.
“Si incorporamos un nuevo paquete tecnológico que agregue
costos en semillas, fertilizantes y protección, se favorecería un
28% el potencial de la cadena, y habría una mejora del rinde de 35%
en promedio”, prosiguió el consultor.
Por último, Cohan explicó que si cada departamento produjera
según los resultados promedio de sus mejores 5 campañas, el área
sembrada crecería 83%; la producción total, 75%; el valor agregado
de la cadena, 77%; se duplicaría la recaudación fiscal; las
exportaciones pasarían de 1.500 millones a 5.000 millones; los
mercados de semillas y agroquímicos crecerían entre 50 y 60%; y los
fertilizantes,70%.
“El crecimiento tendría derrames al interior de los eslabones
de la cadena y todos los sectores, con distinta participación, se
verían beneficiados”, concluyó. (Télam)
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