| Una maleza exótica desvela a ganaderos patagónicos |
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Es una hierba emparentada con la lechuga. En el sur se la conoce como “velosilla”. Crece de forma tan agresiva que, según estudios, está presente en el 66% de los campos del pastizal de Tierra del Fuego y ya se la encontró en Santa Cruz. Podría complicar seriamente la producción de forraje para la cría de ovinos.
Los productores ovinos enfrentan un nuevo problema productivo que día a día cobra más relevancia: la invasión de sus campos por la maleza exótica Hieracium pilosella. Por esa razón, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), junto a colegas de otras instituciones, estudiaron sus características y las posibles alternativas de control.
Pablo Cipriotti, docente del Departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la FAUBA, señaló que luego de 10 años de estudio tienen una idea bastante acabada de cómo se distribuye y de cuán abundante es esta maleza en la estepa fueguina. La encontraron en 132 de los 200 sitios que visitaron, abarcando una superficie de 5000 km2.
Agrega que los productores están preocupados por dos razones: porque la velosilla es muy difícil de erradicar y porque puede reducir drásticamente la producción de forraje para las ovejas. De hecho, comenta que en Nueva Zelanda provocó que muchos productores directamente abandonaran sus campos. Según el docente, en Argentina su cobertura general es baja.
Esta planta exótica ya está instalada en los pastizales naturales de Tierra del Fuego, donde cubre menos del 1/2% de la superficie. Sin embargo, en terrenos modificados, como pasturas abandonadas, áreas quemadas, canteras y oleoductos, hay manchones con coberturas superiores al 30%.
Cipriotti cree que probablemente estemos presenciando la explosión del proceso de invasión que, a la larga, puede hacer que los campos produzcan menos animales.
El investigador también explica que la pilosela, como también se la conoce, no posee ninguna característica deseable desde el punto de vista productivo. Su éxito como invasora se debería a la combinación de diversas características: tolera muy bien la escasez de agua, tiene estructuras de reserva subterráneas, produce una altísima cantidad de semillas pequeñas que el viento dispersa a largas distancias y se comprobó que produce ciertas moléculas que afectan negativamente a otras plantas vecinas.
Cipriotti añadió que la velosilla también está presente en Chile, donde el Servicio Agrícola Ganadero logró grandes avances en el control biológico de esta maleza. Menciona que allá están trabajando con una avispa pequeña y con una mosca, que parasitan y producen agallas en las flores y en los estolones de la maleza. También en Suiza y Nueva Zelanda progresan en el uso de dos hongos, aparentemente muy específicos de esta especie, que al atacarla cubren completamente la lámina foliar.
Fuente: hemisferios.info /Argentina Investiga |
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