Información clasificada por www.sintesisagraria.com
  Gacetillas FAUBA La FAUBA en los medios Archivo  
El impacto de los patógenos sobre la calidad del trigo  
El Eco- 16-11-2019 -
  Nota publicada por: El Eco el 16-11-2019

Nota de origen:
Trigo: cómo afectan los patógenos a la calidad
Enviada por: FAUBA , el 13-11-2019

Esta noticia ha sido difundida por las siguientes agencias:
Clarín - AM 900 - Mini Noticias - Martino Entregas - La Opinión - Sector Agropecuario - The World News - TodoAgro - La Voz del Pueblo - Agro Campana - Proyección Agroindustrial - Proyección Agroindustrial - Infoagro - Rural Net - Clic de Noticias - Manual Fitosanitario - Agro Rural Noticias - Agro Rural Noticias - Agro Rural Noticias - Agro Rural Noticias - Infocampo - Infocampo - Infocampo - El Correo de Firmat - Sociedad Rural de Rosario - FyO - CRA - CRA - La Voz del Interior - Granar - Agromeat - Síntesis Agraria - Saladillo Campo - Infocampo - El Semiárido - La Mañana de Bolívar - Noticias Agropecuarias - Junín - Pura Data - Noticias de Agro - Diario de San Juan - Coop. Agr. Sunchales - Informador - AgroSyn - Periódico La Opinión - Martino Entregas - Agro Empresario - Agro Visual - Mundo Rural Web - Campo Industria - AM 990 - Agro Visual -

Consulte esta noticia en el sitio que fue publicada

Por: Juan M. Repetto
SLT/FAUBA) La mayoría de las investigaciones que se
realizaron hasta hoy para determinar el efecto de las enfermedades sobre el cultivo de trigo se concentraron en los rendimientos.
Por eso, un grupo de docentes de universidades nacionales comenzó a realizar ensayos para analizar
cómo impactan los patógenos sobre otros parámetros que afectan a la calidad industrial y comercial del cereal. Apuntan a mejorar las condiciones de los productos argentinos para acceder a mercados internacionales cada vez más exigentes.
La investigadora Ginna Rozo Ortega se abocó al estudio de estos aspectos durante el doctorado que
realizó en la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba).
“Los mercados internacionales demandan altos parámetros de calidad. El trigo argentino cumple
con los mayores estándares por situarse en los grupos 1 y 2, con alta proporción de proteína y elevado peso hectolítrico”, indicó.
Los impactos de las enfermedades sobre la calidad de los granos son poco conocidos, ya que la mayor parte de los estudios se enfocaron en sus efectos sobre la
productividad. “Por eso, a los estudios de nuestro grupo de trabajo sobre los condicionantes de la calidad decidimos incorporar las enfermedades, principalmente
foliares, más importantes que se presentan en la Argentina”, destacó, en referencia a la roya de la
hoja y del tallo, roya amarilla y las enfermedades causadas por Septoria y Fusarium.
Algunos de estos patógenos, como Fusarium, generan toxinas que pueden afectar a la salud humana,
por lo cual los cereales infectados se deben descartar para la comercialización. En otros casos, los patógenos
podrían afectar la calidad del cereal cuando atacan a las hojas y a las espigas, y sobre todo cuando
la infección se genera en estadios críticos para la calidad, como llenado de los granos.
“Aún no está claro si estos patógenos generan problemas con el consumo como lo hace Fusarium,
pero sí penalizan los rendimientos y el precio de los granos durante la comercialización”, aseguró
la investigadora, cuya tesis doctoral fue dirigida por Daniel Miralles, docente e investigador de la
cátedra de Cerealicultura de la Fauba.
El impacto de los patógenos sobre la calidad del trigo
“Analizamos la calidad comercial tomando parámetros como proteína en grano y en harina, peso hectolítrico,
gluten húmedo y seco”, indicó. Los ensayos se llevaron a cabo en campos experimentales de la Fauba y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), con
cultivares antiguos y modernos para obtener diferentes respuestas en las relaciones entre el patógeno y el hospedante. Además, se incorporó un cultivar utilizado en la Argentina que posee un alto potencial de rendimiento y está clasificado dentro del grupo de calidad 2.
Por último, se utilizaron genotipos derivados de líneas recombinantes (cruces entre las líneas parentales
Seri/Babax) mapeados en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), que fueron ensayados por otros investigadores previamente en
distintos países del mundo, como Australia, de donde provienen las semillas para la investigación en Buenos Aires.
“El interés por incorporar estos genotipos dentro del marco de la investigación surgió porque tienen
diferencias en las características de almacenamiento de asimilados /carbohidratos solubles/ que poseen
en el tallo en el momento del llenado de granos, abriendo paso a la hipótesis de que este almacenamiento de reservas podría mitigar el efecto de distintos estreses tanto bióticos como abióticos”, explicó.
Menos proteína Además, se realizaron análisis en el laboratorio para determinar los efectos de las enfermedades en la calidad. “Los resultados variaron
según las distintas razas y la interacción entre los patógenos. En general, se observó una disminución
en el contenido de proteínas, tanto en los granos como en la harina, y en la fuerza y la tenacidad de la
masa, debido al efecto de la presencia de las enfermedades”, dijo la investigadora, y agregó: “En el
caso del volumen del pan, se observaron distintas respuestas. Se trata de un buen indicador de la
calidad, ya que se relaciona positivamente con la fuerza de la masa y ésta, a su vez, con el contenido de
proteína”.
Por último, comentó que en su investigación ocurrieron pérdidas en los rendimientos debido a efectos
indirectos de las enfermedades sobre el número y el peso de los granos, según el momento de aparición
y el progreso de la enfermedad, lo cual afectó la calidad: “Estos efectos aparecieron tanto en los cultivares antiguos como en los modernos y en los genotipos Seri/
Babax, independientemente de la reserva de carbohidratos solubles. Cuando la enfermedad predominante fue roya del tallo, los rendimientos
cayeron hasta un 66 por ciento. Esto sucedió porque la roya no sólo afecta la intercepción de la radiación solar al infectar las hojas, sino que también disminuye los
niveles de reserva en el tallo”.
Mejorar el manejo
Rozo Ortega se refirió a un conjunto
de prácticas de manejo que los
productores podrían incorporar
para mejorar la calidad de sus granos.
Una de las principales recomendaciones
es realizar rotacio/
Ginna Rozo Ortega.
nes de cultivos debido a que permiten
reducir la cantidad de inóculos
en algunas enfermedades,
como la septoriosis, y mejorar la
fertilidad del suelo, puesto que el
trigo necesita nitrógeno para poder
tener niveles aceptables de
proteína.
También recomendó realizar fertilizaciones
de nitrógeno diferidas
en siembra y macollaje para que el
nitrógeno esté disponible durante
el llenado de granos y obtener buenos
porcentajes de proteína. Posteriormente
deberían realizarse
monitoreos periódicos para advertir
la presencia temprana de enfermedades
y, de ser necesario, realizar
aplicaciones de fungicidas
ante la incidencia de patógenos
siguiendo las Buenas Prácticas
Agrícolas (BPA).
Para finalizar, subrayó la conveniencia
de realizar un sistema alarmas
asociado a los pronósticos climáticas,
para anticiparse al surgimiento
de enfermedades ante determinadas
condiciones de temperaturas
y humedad.
Rozo, oriunda de Colombia, señaló
que cada país tiene su estándar
y requiere diferentes tipos específicos
de trigos según sus necesidades,
exigencias del mercado y
costumbres. Así, mientras en su
nación el pan se adquiere por volumen
/se compra por unidad/, en
la Argentina se comercializa por
peso. Por eso se desataca la importancia
de los parámetros contemplados
por sus estudios doctorales.