| Genética de reproducción para la producción local de arándanos |
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Por Juan M. Repetto (SLT/FAUBA)
La Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UBA (FAUBA) registró su primera variedad de arándano con el nombre de Naike en el Instituto Nacional de Semillas (INASE). Esto es el resultado de un programa de mejora del Departamento de Genética, que actualmente tiene 20.000 nuevos genotipos en evaluación, en colaboración con la empresa EarlyCrop de la provincia de Tucumán.
“Nos fue difícil seleccionar este material porque hubo otros que también mostraron muy buenos resultados para los ambientes productivos de Tucumán y Entre Ríos”, dijo Gustavo Schrauf, profesor titular de genética de la FAUBA, diciendo que tienen la intención de registrar dos nuevas variedades en un futuro próximo.
Naike se caracteriza por la concentración de alta producción en el período de mayor valor económico. Además, el fruto es firme, lo que reduce el riesgo de daños debidos a la manipulación durante la cosecha. “Se orienta hacia la zona de Tucumán, donde su pico de producción coincide con el pico económico de los arándanos en los mercados internacionales, principalmente en los Estados Unidos, aunque ahora la demanda de China también ha empezado a crecer. Además, esta zona de Tucumán tiene el doble de rendimiento que otras regiones del país”, dijo Schrauf.
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En la FAUBA y Tucumán, esta variedad logró mejoras de rendimiento de entre el 10 y el 15% sobre los materiales comerciales que usaron como testigos. Sin embargo, Schrauf advirtió que es necesario realizar nuevas evaluaciones de campo en diferentes entornos de producción. El investigador señaló que el Naike también tiene dos características difíciles de encontrar en el mismo material: su larga vida útil después de la cosecha y su muy buen sabor, como demuestran los resultados de las catas realizadas con especialistas en la materia. “Creo que Naike se adapta muy bien a los gustos de los argentinos”, dijo, aunque también afirmó que se esfuerzan por estar presentes en los mercados de exportación más exigentes.
programa de cría
La Cátedra de Genética de la FAUBA ha estado desarrollando un programa de cría de arándanos desde 2009. “Nos esforzamos por conseguir variedades que se adapten a las condiciones agroecológicas locales, que tengan un buen sabor (dulzura y baja acidez), un tamaño de fruta adecuado y una excelente producción. También aspiramos a una larga vida post/cosecha, ya que el 90% de la producción de arándanos se exporta al hemisferio norte (a Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, el Reino Unido y a partir de 2018 a China), y tenemos que llegar por barco, ya que el costo de producción es aproximadamente cinco veces menor que por avión”, dijo Pablo Peralta Roa, profesor e investigador del Departamento de Genética de la FAUBA y responsable de la implementación del programa de mejoramiento. “Naike cumple todos estos requisitos”, añadió.
Luis Taquini, director técnico de EarlyCrop, destacó que el objetivo es desarrollar germoplasma adaptado a las condiciones ambientales del país, teniendo en cuenta las necesidades de los consumidores. “Aunque la mayor parte de la producción se exporta, lo que constituye un reto creciente debido a las mayores instalaciones que tienen otros fabricantes competidores en América del Sur, el mercado interno sigue creciendo. Cuanto más alta sea la calidad alcanzada con el programa de mejora, más creemos que el consumo se consolidará”.
El programa de mejora de la FAUBA se desarrolla en Tucumán y Buenos Aires. En Sargento Moya, al sur de San Miguel de Tucumán, el material genético del tipo Southern Highbush se seleccionará de acuerdo con las características buscadas y se adaptará a las condiciones agroecológicas locales. En la propiedad de la FAUBA en la ciudad de Buenos Aires, se lleva a cabo la micropropagación y se producen nuevos materiales a partir de las semillas extraídas de los frutos. El mestizaje se realiza en Tucumán y CABA.
“La FAUBA realizó los primeros cruces, desarrolló e implementó la germinación de generaciones sucesivas de semillas en condiciones controladas para acelerar la producción de nuevas plántulas para ser probadas. Una vez enraizadas, se transfieren de las placas de Petri a las plantas en maceta y a las plantas en maceta para su crecimiento inicial y su rusticación y se envían a Tucumán, donde se plantan y se evalúan”, especificó Taquini.
“Con estos cruces y con la generación de variedades, hemos logrado crear una enorme variabilidad”, dijo Schrauf. En este contexto, Peralta Roa señaló que ya tienen “otros materiales muy prometedores que estamos evaluando, por lo que esperamos seguir registrando nuevas variedades en los próximos años”.
“Antes de fin de año registraremos dos variedades más de arándanos, que serán seleccionadas por su rendimiento y tamaño. Creemos que una de estas variedades se adaptará muy bien a la zona de producción de Entre Ríos, con rendimientos superiores a los que actualmente se obtienen de otros materiales. La otra variedad tiene un ciclo diferente y es más tolerante a las heladas típicas de esta región”, dijo Schrauf, y enfatizó: “Seleccionamos estos materiales entre varios que también se destacaron. Creemos que tendrán un alto efecto productivo. |
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