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Descompactación del suelo, una práctica que alivia, pero no cura  
Agro Link- 28-03-2022 -
  Nota publicada por: Agro Link el 28-03-2022

Nota de origen:
Descompactación del suelo, una práctica que alivia, pero no cura
Enviada por: FAUBA , el 29-03-2022

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La siembra directa, una práctica de cultivo que predomina en la Argentina y que evita el uso de arado para remover el suelo, tiene grandes ventajas. Permite reducir los costos de producción y las emisiones de carbono desde la capa superficial del suelo, entre otras. Pero, de no implementarse técnicas de manejo apropiadas, puede producir la compactación del suelo, un fenómeno por el cual se forma una capa endurecida y con escasos macroporos, que son los espacios por los que ingresa el agua al suelo, circula el aire y se alojan las raíces y los organismos que lo habitan. Este fenómeno, que afecta de manera negativa a los cultivos, se puede remediar aplicando técnicas de descompactación mecánica usando maquinaria agrícola.

Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) publicado en la revista científica Agronomía y Ambiente evaluó los efectos de la descompactación del suelo sobre cultivos de maíz en siembra directa, y encontró que las condiciones físicas del suelo, como su porosidad —es decir, la cantidad y el tamaño de sus poros— mejoraron y se tradujeron en un aumento del rendimiento. No obstante, según aclaró Carina Álvarez, docente de la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA y coautora del estudio, “el primer mensaje es que la descompactación es una medida de remediación que no reemplaza las buenas prácticas de cuidado y manejo del suelo”.
compactación del suelo
Instalación de los ensayos de descompactación mecánica. Se pueden apreciar franjas descompactadas (más oscuras) y franjas no descompactadas. Fuente: Sobre la Tierra

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Más espacio para las raíces, por favor

“La compactación ocurre cuando las maquinarias o los animales transitan continuamente el suelo. Eso ejerce una presión frente a la que muchas veces termina cediendo, formándose capas endurecidas”, comentó Carina. Este fenómeno, añadió, afecta los cultivos de diversas formas: “En suelos compactados, las raíces no tienen las condiciones que necesitan para su buen desarrollo, o sea para crecer cómodamente y acceder al agua, nutrientes y oxígeno”.

Por esto, la docente resaltó que es clave cuidar la calidad física del suelo en siembra directa. “Como prescindimos de la labranza, es muy importante prevenir la compactación o tratar de remediarla con procesos biológicos o procesos que combinan ciclos de humedecimiento y secado, o sea, con manejo, para mantener esa buena cama para la siembra”.

Pero cuando el suelo se compacta, se deben aplicar medidas de remediación para devolverle su porosidad. Este es el momento en que se puede aplicar la descompactación mecánica. El estudio encontró que la técnica resulta beneficiosa para recuperar la calidad física del suelo.

“La idea de hacer el experimento con descompactación surgió a partir de un grupo de productores que querían conocer los beneficios de la práctica”, comentó Carina. Entonces, cultivaron maíz en lotes en donde combinaron tres parcelas con suelo sin descompactar y tres con suelo descompactado. “Uno de los principales resultados que observamos es que el rendimiento del maíz aumentó entre el 6 y el 7%. Esto fue consecuencia de un aumento en la abundancia de raíces en los primeros 10 centímetros del suelo y mayor infiltración del agua de lluvia, lo que generó una mayor disponibilidad de agua y nutrientes para la planta”.

Carina Álvarez comentó que la elección de trabajar con maíz se debió a las particularidades de este cultivo que lo hacían más susceptible a responder a los cambios físicos del suelo. “Teníamos el antecedente de estudios en los que el maíz era el cultivo más sensible a la compactación. Esto tiene que ver con que el maíz tiene necesidades hídricas concentradas en el tiempo, alrededor de la floración. En ese momento es cuando se define el número de granos que tendrá la planta, y si le falta agua, el rendimiento baja”.

La docente señaló que este estudio complementa a muchos otros realizados en otros cultivos y que permiten dar un panorama completo sobre los efectos de la descompactación. “Con el tiempo se fueron haciendo otros trabajos de descompactación. Además del maíz, otros grupos de trabajo hicieron estudios sobre la soja y eso nos permitió hacer una revisión mucho más sólida que publicamos en la revista Soil and Tillage Research”.

Estos estudios, según Carina, aportaron mucha información sobre el fenómeno de la compactación y su impacto en la soja. “Al diseñar el experimento, usamos maíz porque pensábamos que la soja no iba a responder tanto a la descompactación, pero nos sorprendió. Otros estudios mostraron que en suelos arcillosos que estaban compactados, la soja respondía muy bien cuando los rendimientos eran bajos. Es decir que cuando la soja estaba rindiendo poco, la descompactación del suelo mejoraba de manera importante el rendimiento”.