Peces vs. mosquitos: así es el nuevo avance argentino en la lucha contra el dengue |
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El dengue llegó para quedarse, aseguran los expertos. En los últimos años, la Argentina padeció tres grandes brotes. En 2009, el total de contagios alcanzó los 26.923; en 2016 fue de 41.207; y el último se conjugó con la pandemia, fue en 2020, y marcó un récord histórico con 58.435 afectados. En la actualidad, la “temporada” de la patología se encuentra en sus inicios, pero la problemática está instalada.
Dos estudios realizados por científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) pusieron al mosquito Aedes aegypti en el centro de escena, ya que es el principal responsable de la transmisión de la enfermedad. Y mientras unos analizaron el comportamiento de este vector, otros buscaron el modo de poder controlar su reproducción de una forma sustentable que, incluso, puede aplicarse a distintas zonas y de forma gratuita, tras solicitarlo a los científicos.
Desde la Facultad de Ciencia Exactas, investigadores liderados por Sylvia Fischer lograron advertir que estos mosquitos se fortalecieron y extendieron su accionar a lo largo de casi todo el año, llegando a regiones más frías del país. Mientras que un grupo perteneciente a la Facultad de Agronomía, encabezado por Alejandro Koko López, logró identificar a una especie de peces nativos, conocida como madrecitas del agua, como “aniquiladores” de huevos y larvas presentes en reservorios de agua. Infobae dialogó con ambos expertos, quienes dieron detalles de sus trabajos.
El Aedes aegypti no solo puede trasmitir dengue, sino también zika, chikunguña y fiebre amarilla / CDC (EFEI0658/)
Qué es el dengue y por qué el aumento de los mosquitos puede provocar una crisis
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. “Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados”, señala el Ministerio de Salud.
Existen cuatro serotipos de virus, aunque están estrechamente emparentados. Se trata de DENV/1, DENV/2, DENV/3 y DENV/4. Cuando una persona se infecta con uno, más allá de los síntomas (que son altamente molestos, como la denominada “fiebre rompehuesos”), el organismo genera anticuerpos contra esta clase, pero ante la infección con otro de ellos, se puede presentar el dengue hemorrágico, el cual es altamente peligroso.
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Las larvas de mosquito son unos de los puntos más difíciles de combatir, aunque la madrecita de agua es la solución, según los expertos / Archivo
El Aedes aegypti: más territorio y más fuerte
Según el Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud, donde se analizó la temporada 2021/2022, “23 provincias notificaron casos con sospecha de dengue”. “Si se compara el número total de casos notificados, se observa que las notificaciones totales de la temporada 2021/2022 representa menos de la mitad de la temporada anterior (un 43%)”, siendo que fue ese año cuando se registró un brote histórico.
Asimismo, el documento afirmó que “los primeros casos de la temporada se registraron en Salta y Buenos Aires”. En la primera provincia mencionada, se alcanzaron “máximas de 89 casos semanales, siendo el principal aporte al total de casos del país”. En tanto, el territorio bonaerense se presentó como la segunda jurisdicción “con más casos en la temporada”.
La pelea contra el dengue se impulsa en toda la región, ya que, según la OMS, unas 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer la infección / EFE/Marcelo Sayão/Archivo
La pelea contra el dengue se impulsa en toda la región, ya que, según la OMS, unas 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer la infección / EFE/Marcelo Sayão/Archivo
(EFEI0023/)
Lo cierto es que, tan solo en el ámbito del AMBA, según datos de la cartera sanitaria, “se calcula que uno de cada cuatro adultos habría sido infectado por dicho virus a lo largo de su vida”. “En nuestro país tuvimos 13 epidemias, en las tres últimas el número de casos registrados fue mayor que en la anterior. Y en la de 2020, el alza de casos fue muy notable en la región más templada de Argentina, como es, por ejemplo, la Región Metropolitana de Buenos Aires. Esto se puede asociar directamente con la cantidad de mosquitos presentes. Es decir, cuanto más mosquitos hay, es mayor la probabilidad de que se pueda transmitir el virus si hay un brote o una epidemia”, afirmó en diálogo con Infobae Sylvia Fischer, investigadora integrante del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
“Entonces, este aumento sucesivo del número de casos podría tener que ver con que cada vez estamos teniendo más mosquitos en en nuestra región durante la temporada cálida, además el periodo de tiempo del año en el cual las abundancias de mosquitos son suficientemente altas como para que pueda haber transmisión también se está alargando en los sucesivos años”, añadió la experta. Es que parte del crecimiento de estos casos podría explicarse por una mayor resistencia del mosquito a las temperaturas bajas.
Flavivirus / Dengue / Mosquito
El flavivirus, nombre que recibe la familia de virus a la que pertenece el dengue, es el responsable de la enfermedad. El mosquito es el vehículo y su adaptación a los climas más fríos uno de los mayores problemas que puede enfrentar la región /
Según un estudio del (GEM), el Aedes aegypti adquirió una gran capacidad adaptativa, lo cual explicaría la mayor expansión territorial de este insecto en la Argentina, sobre todo hacia zonas más frescas y frías. Para la experta, esta modificación del mosquito se debió, principalmente, a “la diapausa, algo así como una inhibición de los huevos para eclosionar durante los meses de invierno”, los cuales retoman su reproducción y desarrollo con la llegada de los primeros días de calor. Y cuando lo hacen, finalmente poseen mayor cantidad de lípidos, que son las grasas necesarias como reservorio de energía.
“La diapausa es como un estado de ‘dormición’ profunda, en la cual, por más que las condiciones ambientales sean favorables, los huevos no van a eclosionar porque las que la producen son las hembras sobre los huevos”, resaltó la Fischer. Esta suerte de mecanismo es denominado como fotoperíodo que, en resumidas cuentas, es el tiempo diario que un ser vivo se expone a la luz. Gracias a este mecanismo, los huevos que están inhibidos para eclosionar hasta el ambiente les indique que se aproximan tiempos más favorables.
Pero eso no es todo, ya que otras adaptaciones que hizo este vector, en comparación con diferentes especies de mosquitos de otras partes del mundo, es que el autóctono “completa su desarrollo a temperaturas más bajas que los demás, pudiendo hacerlo hasta a 12°C”, unos 3 o 4 grados menos que otras. “Cuánto más frío es su origen, mayor es su desarrollo”, explicó.
infografia
Al tiempo que destacó que, incluso, “se pueden estar sumando otro efecto. Por ejemplo, a medida que las ciudades crecen ocurre un efecto que se llama ‘isla de calor urbana’, que provoca un alza en las temperaturas en estos ámbitos a comparación de la periferia. Con lo cual, este aumento en la favorabilidad térmica de las ciudades, a lo largo del tiempo, puede permitir que el mosquito pueda ir colonizando climas más fríos”.
“Esta situación de los mosquitos puede favorecer que haya una mayor cantidad de dengue grave, que es la denominación que se usa en este momento. En general, en la primera infección con alguno de los cuatro serotipos del virus dengue se generan defensas e inmunidad para ese serotipo, pero después de un tiempo esa persona que se infectó queda más vulnerable a los otros tres serotipos. Entonces, si se vuelve a infectar con alguno de los otros tiene más probabilidades de desarrollar dengue grave”, resaltó Fischer.
En palabras de la experta, cuantas más personas se hayan infectado alguna vez, si la población de mosquitos aumenta, también lo hace la posibilidad de que haya un segundo contagio con uno de los otros virus. “Hay un estudio donde se analizaron muestras de Bancos de Sangre buscando anticuerpos para dengue y en ese caso encontraron una proporción muy importante de personas, que me parece que llegaba hasta el 40% en algunas localidades, que se había infectado alguna vez de dengue y esto lo que nos está diciendo es que el número de casos reportado es mucho menor al real. Esta situación se asocia a que no todas las personas van al médico cuando se sienten mal, o que hay casos subclínicos o asintomáticos”, indicó.
Una de las adaptaciones que identificaron los científicos de la UBA es que las mosquito hembras le imprimen a sus huevos una "diapausa", con lo cual impiden que eclosionen por "error" en días cálidos pasajeros del invierno / REUTERS/Edgar Su |
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