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Usan peces para frenar la propagación del mosquito que trasmite el dengue  
Droguería Sur- 29-11-2022 -
  Nota publicada por: Droguería Sur el 29-11-2022

Nota de origen:
Multiplican la lucha contra el dengue con peces nativos
Enviada por: FAUBA , el 21-10-2022

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Un estudio realizado en la Facultad de Agronomía de la UBA determinó que el uso de “madrecitas de agua”, como se conocen popularmente a estos especímenes, para eliminar las larvas del el Aedes aegypti, que es el vector de esta y otras enfermedades.


Según el Ministerio de Salud de la Nación, solo en el caso del dengue, se pasó de unos 40 mil casos en 2016 a casi 60 mil en 2020, teniendo en cuenta la particularidad de dicho año, con la aparición en escena del Covid/19 y las posteriores cuarentenas, por lo que el escenario podría haber sido incluso peor. En el inicio de la temporada de contagios, se conoció un estudio de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que determinó que la especie de peces nativos conocida como “madrecitas del agua” pueden eliminar por completo los huevos de los mosquitos Aedes aegypti, que trasmiten la enfermedad, que se encuentren en su reservorio de agua. Para intentar controlar su reproducción, desde casa de estudios comenzaron a utilizar, a partir de una novedosa investigación, peces nativos en reservorios de agua para que se alimenten de las larvas del Aedes aegypti. Esto es una solución más natural ante su reproducción, ya que evita la utilización de insecticidas, que incluso no siempre son 100 por ciento efectivos. Y el hecho de que los peces, Cnesterodon Decemmaculatus (conocidos popularmente como madrecitas de agua), sean autóctonos tampoco es un dato menor, pues colaboran en la preservación del ecosistema. “Se trata de un proyecto de extensión universitaria, en el que la Facultad transmite este conocimiento sobre cómo es la cría, la siembra y el manejo de peces para control biológico a otras instituciones. En este caso lo hacemos con un polo educativo, que es de donde provino la primera demanda, ya que tienen huertas con tanques de riego y demás reservorios de agua”, cuenta Alejandro Koko López, docente de la cátedra de Acuicultura de la FAUBA.

El proyecto incluye asesoramiento y entrega de estos peces en forma totalmente gratuita. Mientras tanto, otra investigación la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), demostró que esos insectos propagadores de dengue, chikungunya y otras enfermedades se fortalecieron y extendieron su acción a lo largo de casi todo el año, llegando también a regiones más frías del país. Pero la demanda también puede llegar de actores sociales no solo públicos, sino también del sector privado y de particulares, como puede ser el caso de alguien que tiene fuentes o un tanque australiano. Incluso una piscina recreativa abandonada, o que va a empezar a usarla en diciembre. “Allí se pueden colocar estos peces a partir de la primavera, momento en que empiezan a eclosionar los huevos de los mosquitos, hasta diciembre, que es cuando suele comenzar a usarse la pileta”, explica el docente.

En cuanto a la efectividad de las “madrecitas de agua” a la hora de terminar con las larvas, López es contundente. “Tenemos la certeza de que, en el reservorio de agua en el que colocamos estos peces, no sobrevive ninguna larva. Eso está confirmado”. Y agrega otros beneficios: “Además, no hay que darles alimentación suplementaria, comen lo que hay en el lugar y su población se amplía solo en caso de que tengan mayores recursos alimenticios”. Es decir que las “madrecitas de agua”, cuyo tamaño máximo es de entre 2,5 y 3 cm, aseguran, con su presencia, la ausencia total de larvas para siempre. Ya que, a no ser que el lugar se quede sin agua, los peces se reproducirán en forma permanente. Y es importante aclarar que la entrega de los peces para el control de mosquitos es totalmente gratuita, ya que el programa está financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Para solicitarlos se puede escribir a controlbiologic@agro.uba.ar. “A partir de allí se estudia el caso en particular, se hace un diagnóstico y se analiza qué tipo de siembra es la ideal. Es a demanda”, comenta el docente. Solo en el ámbito del AMBA, se calcula que uno de cada cuatro adultos habría sido infectado por dicho virus a lo largo de su vida, lo cual es potencialmente peligroso, ya que “si una persona que tuvo dengue se vuelve a infectar con otra de las cuatro cepas de dicha enfermedad, no con la misma, tiene riesgos mayores de tener efectos más complicados de los habituales”, sostiene Sylvia Fischer, investigadora integrante del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Parte del crecimiento de estos casos podría explicarse por una mayor resistencia del mosquito a las temperaturas bajas. Según un estudio del (GEM) el Aedes aegypti adquirió una gran capacidad adaptativa, lo cual explicaría la mayor expansión territorial de este insecto en Argentina, sobre todo hacia zonas más frescas y frías.