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Crean suelos artificiales: Beneficios para la industria, el ambiente y el agro
Rural Net
- 17-09-2023 -
Nota publicada por: Rural Net el 17-09-2023
Nota de origen:
Crean suelos artificiales: Beneficios para la industria, el ambiente y el agro
Enviada por: FAUBA , el 11-09-2023
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Miles de toneladas de residuos industriales se generan a diario, y gestionarlas implica altos costos económicos y ambientales. Sin embargo, muchos de estos residuos poseen elementos que se pueden revalorizar, como carbono, nitrógeno y fósforo. Por eso, un proyecto de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el CONICET y la empresa TECSAN busca reciclar esos nutrientes para elaborar suelos artificiales capaces de mejorar las propiedades edáficas y la productividad de las tierras degradadas. Los resultados preliminares son prometedores en suelos de relleno sanitario y ‘de descarte’. Resaltan la escala inédita de los ensayos y las posibilidades que se abren para los grandes generadores de residuos.
“Las industrias generan millones de toneladas de residuos, y su gestión tiene costos ambientales y económicos elevados por los impactos del almacenamiento, el transporte y la disposición. Muchos de estos residuos contienen mucha materia orgánica, nitrógeno y fósforo, y tienen gran potencial para revalorizarse. Sin embargo, les falta un ‘esqueleto’ como son las arenas o los limos, es decir, partículas que les den estructura. En cambio, hay muchos suelos con poca materia orgánica y mucho ‘esqueleto’. Entonces, al mezclarlos, obtenemos lo mejor de cada parte”, comentó Filipe Behrends Kraemer, docente de la cátedra de Manejo y Conservación de Suelos de la FAUBA.
En miras a restaurar suelos degradados y mejorar las propiedades de otros poco productivos, el proyecto interinstitucional produce suelos artificiales —o tecnosoles— a partir de grandes volúmenes de residuos industriales. “La idea es elaborar productos que sirvan para mejorar suelos en términos de fertilidad, de aireación y de actividad microbiana. Los tecnosoles tienen muchas propiedades y brindan servicios similares a un suelo natural. Al poder aplicarse en diversos casos y a gran escala, abren muchas posibilidades y desafíos”, resaltó Behrends Kraemer.
Resultados concretos y horizontes prometedores
Filipe, quien además es investigador del CONICET, explicó que cuando se cierran los rellenos sanitarios, se trae ‘suelo negro’ para cubrirlos y vegetarlos. “Ese suelo venía de otro lado, con lo cual estamos degradando un lugar para remediar otro. Entonces, usamos residuos orgánicos del relleno y efluentes cloacales, los mezclamos con suelos degradados y los aplicamos en 10 hectáreas del Complejo Ambiental Norte del CEAMSE. En poco tiempo creció muchísima vegetación, y al año, la mezcla se estructuró en bloques, presentó poros verticales y estables, y una comunidad microbiológica muy parecida a la de un suelo”.
El equipo también trabaja con lo que se llama ‘suelo de descarte’. Filipe contó que cuando las empresas extraen y comercializan el horizonte A —la capa más superficial y fértil de los suelos—, dejan mucha greda, parte de horizonte B y tosca —como se le dice al horizonte C—, estratos más profundos y menos productivos. “Nosotros aprovechamos 600 kg de este descarte y lo mezclamos con 200 kg de diversos residuos industriales procesados. Para nuestra sorpresa, obtuvo mejores resultados en la estructuración del suelo y en el crecimiento vegetal que el horizonte A de la misma zona”.
Los tecnosuelos tienen la complejidad de que su funcionamiento depende del sitio donde se apliquen y del residuo que se use. “Para sacar conclusiones generales, requerimos mucha experimentación a corto y largo plazo. Por eso, desde hace 5 años trabajamos en el tema junto con la empresa TECSAN, el instituto INGEBI, del CONICET, y las cátedras de Fertilidad y Fertilizantes y de Química Inorgánica y Analítica de la FAUBA. Esto nos permite analizar un mismo ensayo desde diferentes puntos de vista y escalas”, señaló el investigador.