| Se mantienen altos los rindes medios de la zona núcleo en soja de primera |
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"El avance de la trilla de soja de primera es del 35 por
ciento, con un promedio de rindes que se mantiene estable en 3.600 kilos por hectárea", indicaron los profesionales de la GEA en el último informe.
En tanto, señalaron que para la "soja de segunda", la "media
estimada presenta una leve baja, pasando de 2.700 a 2.500 kilos por hectárea".
Mientras que en el maíz de primera el avance de la cosecha supera el 50 por ciento y alcanza actualmente un promedio de 8.800 kilos por hectárea.
Por último, el maíz de segunda se encuentra entre floración y
madurez fisiológica, con una media esperada de 7.000 kilos por
hectárea.
Las últimas lluvias alcanzaron picos de 200 milímetros en la
región núcleo y hubo acumulados de lluvia elevados, lo que hizo
detener la cosecha momentáneamente, y originó nuevamente sectores
anegados.
Sin embargo, los suelos se "orearon", según el especialista
Eduardo Sierra quien realiza la perspectiva agroclimática de la
Bolsa de Cereales porteña, lo que permitió reiniciar la cosecha en
la zona núcleo.
Por su parte, la Facultad de Agronomía de la UBA aseguró que
"las fuertes precipitaciones registradas durante los primeros días
de abril trajeron alivio para el oeste de la provincia de Buenos
Aires y otras zonas productivas de la Pampa Húmeda".
En esas regiones, "los suelos estaban afectados por importantes
deficiencias de agua, y al mismo tiempo significaron una señal de
alerta para regiones donde se están registrando excesos, en
momentos previos a la cosecha", indicó.
Para los especialistas de la FAUB, "si bien las fuertes lluvias
que castigaron a la Ciudad de Buenos Aires y a otras regiones del
país durante la semana pasada, no fueron las más intensas de las
últimas décadas (según los registros oficiales), la magnitud de
los daños ocasionados pone en evidencia una vez más que el cambio
climático llegó para quedarse".
"El clima cambió, y no es fortuito que estén sucediendo estas
tormentas. Estos eventos extremos se van a repetir cada vez con
mas frecuencia", afirmó Guillermo Murphy, titular de la cátedra de
la Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía
de la UBA (FAUBA).
Reflexionó sobre las causas de los fenómenos meteorológicos
del pasado 1 y 2 de abril, junto a Liliana Spescha y Adela Véliz,
docentes e investigadoras de la misma cátedra.
"Las lluvias fueron beneficiosas para el oeste, donde se
revirtió situación deficitaria y los suelos se empezaron a
recargar de humedad. Mejoró la situación en la localidad de Junín,
por ejemplo, o en la zona de Marcos Juárez, Córdoba. Sin embargo,
hacia el este aparecieron excesos de agua", dijo Spescha.
Murphy indicó que "el peligro es que se registren nuevas
lluvias abundantes en el corto plazo, concentradas en el este de
Buenos Aires, porque el suelo está al límite". |
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