| La carne de BUFALO se abre camino |
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Los búfalos avanzan a paso firme por América Latina: se trata de la región de mayor crecimiento para estos animales en el mundo. No es un secreto que la calidad de su carne y leche ayudan a la expansión. Argentina sigue el ritmo de esta tendencia, y si bien nuestro país se encuentra aún muy lejos de Brasil /que posee 3,5 millones de cabezas/ el crecimiento anual del 12,5% que mostró la producción local en las últimas décadas /especialmente en el NEA/ le permitió alcanzar los 120.000 animales actuales, respecto de los 1.300 existentes durante la década del ´70.
Marco Zava, ingeniero en producción agropecuaria, especializado en mejoramiento genético y en los sistemas de producción de los búfalos desde hace 40 años, indica que en Argentina “hoy existen políticas de incentivo, el mercado es enorme y está todo por hacerse”.
También señala que esta producción resulta el mejor complemento de la ganadería vacuna en zonas subtropicales, donde los búfalos poseen una gran adaptación al cli/ ma cálido, a bañados y campos inundables. “Pensamos que la producción actual podría ampliarse y diversificarse, integrando sistemas de carne y leche”, sostiene.
Por su parte, Olga González, investigadora de Producciones Animales Alternativas de la FAUBA, contextualiza el crecimiento de la producción de búfalos dentro de un conjunto de explotaciones que tuvieron su auge a partir de 2001, y principalmente con la salida de la convertibilidad y la sustitución de importaciones: “En ese momento comenzamos a tener un gran crecimiento de estas producciones no tradicionales, también con la cría de ñandúes, caracoles, jabalíes y lagartos. Hoy estamos estudiando estos aspectos vinculados con el ambiente y el aprovechamiento integral de nuestra fauna”, señala.
Según relata Zava, los búfalos se instalaron primero en zonas bajas del NEA, donde los vacunos no se adaptaban. Y lentamente fueron introduciéndose en los campos altos, por su capacidad para transformar los pastos de baja calidad en alimentos nutritivos.
“Los búfalos tienen mejores índices de preñez y de ganancia de peso, de 15 y 60% superiores a los vacunos respectivamente”, explica, para luego añadir: “El engorde de un búfalo en Corrientes o en Formosa demora un año menos que el de un vacuno /se termina en un período de 27 a 30 meses, con un peso de 480 y 550 kilos/. Además, las hembras pueden reproducir hasta los 18 o 22 años y cada vientre da unos 16 terneros, contra 8 del vacuno”.
El especialista destaca que los búfalos se distinguen por la calidad de su carne y leche: “La res es excelente. En 2009 fue reconocida por la cartera de Agricultura nacional como equivalente a la de las razas vacunas”. Ese mismo año también se estableció una cuota Hilton de 200 toneladas, que permite comercializar en mercados de alto poder adquisitivo de Europa, como Holanda y Alemania.
“De todas maneras, la exportación es una proporción mínima del mercado. Lo más importante es el mercado interno, en el que la carne bubalina se vende masivamente sin diferenciación”, sostuvo Zava. Y consideró que “los argentinos son muy conservadores y, excepto el pollo, consumen casi únicamente carne vacuna”.
La carne de búfalo es demandada en ciertos nichos de mercado, en la venta en restaurantes o en algunas carnicerías, donde el producto estrella es el “mamón”, que se alimenta durante nueve meses al pie de la madre y alcanza unos 270 kilos de peso vivo, con una carne de calidad notable.
Zava resaltó que, además de destinarlos a la producción de carne y leche, los productores también utilizan al búfalo como animal de trabajo para laboreo de tierra o el acarreo, en campos de dimensiones medianas, con pastos naturales y muchas veces de poca calidad.
“Allí los búfalos pueden engordarse y se puede ordeñar a las madres.
Sin una alta demanda de tecnología, también se puede hacer queso criollo, que es excelente y se consume en el lugar. Esas familias aumentan sus ingresos y su calidad de vida, con una mejor nutrición”, concluyó.
ellos, expectantes. la prod uccion local viene creciendo al 12,5% anual pero el potencial es aun mayor.
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